EL YOGA DE LA PERSONA SUPREMA
VERSO 1
S1T-bhagavan uvaca
ardhva-milam adhah-Sakham
asvattham prahur avyayam
chandamsi yasya parnani
yas tam veda sa veda-vit
Sri-bhagavan uvaca—la Suprema Personalidad de Dios dijo;
Ardhva-milam—con las raices arriba; adhal—hacia abajo; sakham—ramas;
asvattham—un árbol baniano; práhulh—se dice; avyayam—eterno;
chandamsi—los himnos védicos; yasya—del cual; parnani—las hojas;
yah—cualquiera que; tam—eso; veda—conoce; sah—él; veda-vit—el
conocedor de los Vedas.
TRADUCCION
La Suprema Personalidad de Dios dijo: Se dice que hay un árbol
baniano imperecedero que tiene sus raíces hacia arriba y sus ramas hacia
abajo, y cuyas hojas son los himnos védicos. Aquel que conoce ese árbol es
el conocedor de los Vedas.
SIGNIFICADO
Después de discutir la importancia del bhakti-yoga, uno pudiera preguntar: «Y,
¿qué puede decirse de los Vedas?». En este capítulo se explica que el propósito
del estudio de los Vedas es el de entender a Krsna. Por consiguiente, aquel que
tiene conciencia de Krsna, que está dedicado al servicio devocional, ya conoce
los Vedas.
El enredo de este mundo material se dice aquí que es como un árbol baniano.
Para aquel que se dedica a las actividades fruitivas, el árbol baniano no tiene
fin. Él se la pasa errando de una rama a otra. El árbol de este mundo material no
tiene fin, y para aquel que está apegado a ese árbol, no hay ninguna posibilidad
de liberarse. Los himnos védicos, que tienen por objeto elevarlo a uno, se dice
que son las hojas de dicho árbol. Las raíces del mismo crecen hacia arriba,
porque comienzan donde está Brahma, es decir, en el planeta más elevado de
este universo. Si uno puede entender ese indestructible árbol de la ilusión,
puede entonces liberarse de él.
Ese proceso de liberación hay que entenderlo. En los capítulos anteriores se ha
explicado que hay muchos procesos por medio de los cuales se puede salir del
enredo material. Y, hasta el Capítulo Trece, hemos visto que el servicio
devocional que se le presta al Señor Supremo es el mejor camino. Pues bien, el
principio básico del servicio devocional lo constituye el hecho de desapegarse
de las actividades materiales y apegarse al servicio trascendental del Señor. Al
comienzo de este capítulo se discute el proceso mediante el cual se puede
deshacer el apego al mundo material. La raíz de esta existencia material crece
hacia arriba. Eso significa que comienza en la sustancia material total, en el
planeta más elevado del universo. De ahí se expande el universo entero, con
muchísimas ramas, que representan los diversos sistemas planetarios. Los
frutos representan los resultados de las actividades de las entidades vivientes,
es decir, la religión, el desarrollo económico, la complacencia de los sentidos y
la liberación.
Ahora bien, en este mundo no se tiene una experiencia inmediata de un árbol
que tenga las ramas hacia abajo y las raíces hacia arriba, pero sí existe tal cosa.
Ese árbol se puede encontrar junto a un estanque de agua. Podemos ver que los
árboles que están en la orilla se reflejan en el agua con las ramas hacia abajo y
las raíces hacia arriba. En otras palabras, el árbol de este mundo material sólo
es un reflejo del árbol verdadero del mundo espiritual. Ese reflejo del mundo
espiritual se ubica en el deseo, tal como el reflejo de un árbol se ubica en el
agua. El deseo es la causa de que las cosas se encuentren en esta luz material
reflejada. Aquel que quiera salir de esta existencia material, debe conocer ese
árbol a fondo a través del estudio analítico. De ese modo podrá cortar su
relación con él.
Ese árbol, siendo el reflejo del árbol verdadero, es una réplica exacta de él.
Todo existe en el mundo espiritual. Los impersonalistas creen que Brahman es
la raíz de ese árbol material, y de la raíz, según la filosofía Sankya, proceden
prakrti, purusa y, luego, los tres gunas, los cinco elementos físicos
(paiica-maha-bhita), los diez sentidos (dasendriya), la mente, etc. De esa
forma, ellos dividen todo el mundo material en veinticuatro elementos. Si
Brahman es el centro de todas las manifestaciones, entonces este mundo
material es una manifestación del centro en 180 grados, y los otros 180 grados
constituyen el mundo espiritual. El mundo material es el reflejo desvirtuado,
así que el mundo espiritual ha de tener la misma variedad, pero en la realidad.
La prakrti es la energía externa del Señor Supremo, y el purusa es el propio
Señor Supremo, y eso se explica en El Bhagavad-gita. Como esta
manifestación es material, es temporal. Un reflejo es temporal, pues a veces se
ve y a veces no. Pero el origen del reflejo, lo que lo produce, es eterno. El
reflejo material del árbol verdadero tiene que ser cortado. Cuando se dice que
una persona conoce los Vedas, se presupone que ella sabe cómo cortar el apego
a este mundo material. Si uno conoce ese proceso, conoce de hecho los Vedas.
Aquel a quien lo atraen las fórmulas rituales de los Vedas, está atraído a las
hermosas hojas verdes del árbol. Él no conoce con exactitud el propósito de los
Vedas. El propósito de los Vedas, tal como lo revela la propia Personalidad de
Dios, es el de cortar ese árbol reflejado y conseguir el verdadero árbol del
mundo espiritual.
VERSO2
adhas cordhvam prasrtas tasya sakha
guna-pravrddha visaya-pravalah
adhas ca múlany anusantatani
karmanubandhini manusya-loke
adhah—hacia abajo; ca—y; árdhvam—hacia arriba; prasrtah—extendidas;
tasya—sus; sakhah—ramas; guna—por las modalidades de la naturaleza
material; pravrddhah—desarrolladas; visaya—objetos de los sentidos;
pravalah—ramitas; adhah—hacia abajo; ca—y; milani—raices;
anusantatani—extendidas; karma—al trabajo; anubandhtni—atado;
manusya-loke—en el mundo de la sociedad humana.
TRADUCCION
Las ramas de ese árbol se extienden hacia abajo y hacia arriba,
alimentadas por las tres modalidades de la naturaleza material. Las
ramitas son los objetos de los sentidos. Ese árbol también tiene raíces que
van hacia abajo, y éstas están vinculadas con las acciones fruitivas de la
sociedad humana.
SIGNIFICADO
Aquí se describe un poco más el árbol baniano. Sus ramas se extienden en
todas las direcciones. En las partes inferiores hay diversas manifestaciones de
entidades vivientes —seres humanos, animales, caballos, vacas, perros, gatos,
etc.—. Éstas se encuentran en las partes inferiores de las ramas, mientras que
en las partes superiores hay formas superiores de entidades vivientes: los
semidioses, los Gandharvas, y muchas otras especies de vida superior. Así
como un árbol se nutre con agua, este árbol se nutre con las tres modalidades
de la naturaleza material. A veces vemos un terreno estéril por la falta de agua,
y a veces vemos un terreno muy verde; de igual manera, en donde determinadas
modalidades de la naturaleza material están en una cantidad proporcionalmente
mayor, las diferentes especies de vida se manifiestan de conformidad con ello.
Las ramitas del árbol se considera que son los objetos de los sentidos. Por
medio del cultivo de las diferentes modalidades de la naturaleza manifestamos
diferentes sentidos, y por medio de los sentidos disfrutamos de diferentes
variedades de objetos de los sentidos. Las puntas de las ramas son los sentidos
—los oídos, la nariz, los ojos, etc.—, los cuales están apegados al disfrute de
diferentes objetos de los sentidos. Las ramitas son el sonido, la forma, el
contacto, etc. —los objetos de los sentidos—. Las raíces subsidiarias son los
apegos y las aversiones, los cuales son subproductos de diferentes variedades
de sufrimientos y disfrutes de los sentidos. Las tendencias hacia la piedad y la
impiedad se desarrollan a partir de estas raíces, las cuales se extienden en todas
las direcciones. La verdadera raíz procede de Brahmaloka, y las otras raíces se
encuentran en los sistemas planetarios humanos. Después de que uno disfruta
de los resultados de las actividades virtuosas en los sistemas planetarios
superiores, desciende a esta Tierra y renueva su karma, o las actividades
fruitivas para el ascenso. Este planeta de seres humanos se considera que es el
campo de las actividades.
VERSO 34
na rápam asyeha tathopalabhyate
nanto na cadir na ca sampratistha
asvattham enam su-viradha-milam
asanga-sastrena drdhena chittva
tatah padam tat parimargitavyarm
yasmin gata na nivartanti bhiyah
tam eva cadyar purusam prapadye
yatah pravritih prasrta purant
na—no; rápam—la forma; asya—de este árbol; iha—en este mundo;
tatha—también; upalabhyate—se puede percibir; na—nunca; antah—fin;
na—nunca; ca—también; adifi—principio; na—nunca; ca—también;
sampratistha—la base; asvattham——árbol baniano; enam—este;
su-viradha—fuertemente; miilam—enraizado; asañga-S$astrena—con el arma
del desapego; drdhena—{fuerte; chittva—cortando; tatal-—después;
padam—situación; tat—eso; parimargitavyam—hay que buscarlo; yasmin—a
donde; gatah—se va; na—nunca; nivartanti—regresan; bhiyah—otra vez;
tam—a El; eva—ciertamente; ca—también; adyam—original; purusam—la
Personalidad de Dios; prapadye—rendirse; yatah—de quien; pravrttih—el
principio; prasrta—extendido; purani—muy antiguo.
TRADUCCIÓN
La verdadera forma de ese árbol no se puede percibir en este mundo.
Nadie puede entender dónde termina, dónde comienza, ni dónde está su
base. Pero, de un modo decidido, uno debe cortar con el arma del desapego
ese árbol fuertemente enraizado. Después, uno debe buscar aquel lugar del
cual, una vez que se ha ido a él, nunca se regresa, y entregarse ahí a esa
Suprema Personalidad de Dios a partir de quien todo comenzó y todo se ha
extendido desde tiempo inmemorial.
SIGNIFICADO
Ahora se afirma claramente que la verdadera forma de ese árbol baniano no se
puede entender en este mundo material. Puesto que la raíz está hacia arriba, el
verdadero árbol se extiende hacia el lado opuesto. Cuando uno está enredado
con las expansiones materiales del árbol, no puede ver hasta dónde se extiende
el mismo, ni puede ver el comienzo de él. Sin embargo, uno tiene que encontrar
la causa. «Yo soy el hijo de mi padre, mi padre es el hijo de tal y cual persona,
etc.» Investigando de esa manera, uno llega hasta Brahma, quien fue
engendrado por el Garbhodakasay1 Visnu. Finalmente, cuando uno llega así a la
Suprema Personalidad de Dios, ése es el fin de la investigación. Uno tiene que
buscar ese origen del árbol, la Suprema Personalidad de Dios, a través de la
compañía de personas que tengan conocimiento acerca de esa Suprema
Personalidad de Dios. Luego, por medio de la comprensión, uno se va
desapegando gradualmente de este falso reflejo de la realidad, y por medio del
conocimiento uno puede cortar el vínculo y situarse de hecho en el verdadero
árbol.
La palabra asanga es muy importante en relación con esto, ya que el apego al
disfrute de los sentidos y a enseñorearse de la naturaleza material es muy
fuerte. Por consiguiente, uno debe aprender a desapegarse mediante la
discusión de la ciencia espiritual basada en las Escrituras autoritativas, y uno
debe oír a personas que realmente tengan conocimiento. Como resultado de esa
discusión en compañía de devotos, uno llega hasta la Suprema Personalidad de
Dios. Luego, lo primero que hay que hacer es entregarse a Él. Aquí se da la
descripción de ese lugar del cual, una vez que se ha ido al mismo, jamás se
regresa a este falso árbol reflejado. La Suprema Personalidad de Dios, Krsna, es
la raíz original de quien ha emanado todo. Para ganarse la gracia de esa
Personalidad de Dios, uno sólo tiene que entregarse, y ello es el resultado de la
ejecución de servicio devocional por medio del proceso de oir, cantar, etc. Él es
la causa de esta extensión del mundo material. Eso ya lo ha explicado el propio
Señor. Aham sarvasya prabhaval: «Yo soy el origen de todo». De manera que,
para salir del enredo de este fuerte árbol baniano de la vida material, uno debe
entregarse a Krsna. En cuanto uno se entrega a Krsna, se desapega
automáticamente de esta extensión material.
VERSO S
nirmana-moha jita-sanga-dosa
adhyatma-nitya vinivrtta-kamah
dvandvair vimuktah sukha-duhkha-samjñair
gacchanty amúdhah padam avyayam tat
nih—sin; mana—el prestigio falso; mohalh—y la ilusión; jita—habiendo
conquistado; sanga—de la compañía; dosalh—los defectos; adhyatma—en el
conocimiento espiritual; nityal—en la eternidad; vinivrtta—disociado;
kamah—de la lujuria; dvandvail—de las dualidades; vimuktalh—liberado;
sukha-duhkha—felicidad y aflicción; samjñaih—llamados; gacchanti—llegan;
amidhah—sin confusión; padam——situación; avyayam—eterna; tat—esa.
TRADUCCIÓN
Aquellos que están libres del prestigio falso, de la ilusión y de la falsa
compañía, que entienden lo eterno, que han terminado con la lujuria
material, que están libres de las dualidades de la felicidad y la tristeza, y
que, sin ninguna confusión, saben cómo entregarse a la Persona Suprema,
llegan a ese reino eterno.
SIGNIFICADO
Aquí se describe muy bien el proceso para entregarse. El primer requisito es
que uno no debe estar engañado por el orgullo. Debido a que el alma
condicionada es engreída, pues cree ser el señor de la naturaleza material, le es
muy difícil entregarse a la Suprema Personalidad de Dios. Uno debe saber por
medio del cultivo del verdadero conocimiento, que no es el señor de la
naturaleza material; la Suprema Personalidad de Dios es el Señor. Cuando uno
se libera de la ilusión causada por el orgullo, puede comenzar el proceso de la
entrega. A aquel que siempre está esperando algún honor en este mundo
material, no le es posible entregarse a la Persona Suprema. El orgullo se debe a
la ilusión, pues, aunque uno llega aquí, se queda por poco tiempo y luego se va,
tiene la necia idea de que es el señor del mundo. De ese modo, uno complica
todas las cosas y siempre se encuentra en dificultades. El mundo entero se
mueve bajo los efectos de esa impresión. La gente considera que la Tierra, este
planeta, le pertenece a la sociedad humana, y la han dividido con la falsa
impresión de que son los propietarios de ella. Uno tiene que librarse de esa
falsa noción de que la sociedad humana es la propietaria de este mundo.
Cuando uno se libra de ello, se libra de todas las falsas relaciones causadas por
los afectos familiares, sociales y nacionales. Esas relaciones imperfectas lo atan
a uno a este mundo material. Después de esa etapa, uno tiene que cultivar
conocimiento espiritual. Uno tiene que cultivar conocimiento acerca de lo que
verdaderamente es propiedad suya y lo que de hecho no lo es. Y cuando uno
tiene un entendimiento de las cosas tal como son, se libera de todas las
concepciones duales, tales como la felicidad y la tristeza, el placer y el dolor.
Uno se llena de conocimiento; en ese momento le resulta posible entregarse a la
Suprema Personalidad de Dios.
VERSO 6
na tad bhasayate siryo
na sasanko na pavakah
yad gatva na nivartante
tad dhama paramam mama
na—no; tat—eso; bhasayate—ilumina; siryah—el Sol; na—ni; Sasankah—Ia
Luna; na—ni; pavakah—fuego, electricidad; yar—donde; gatva—yendo;
na—nunca; nivartante—regresan; tat dhama—esa morada;
paramam—suprema; mama—Mía.
TRADUCCION
Esa suprema morada Mía no está iluminada por el Sol ni la Luna, ni
por el fuego, ni por la electricidad. Aquellos que llegan a ella, nunca
regresan a este mundo material.
SIGNIFICADO
Aquí se describe el mundo espiritual, la morada de la Suprema Personalidad de
Dios, Krsna, la cual se conoce como Krsnaloka, Goloka Vrndavana. En el cielo
espiritual no hay ninguna necesidad de la luz del Sol, de la luz de la Luna, del
fuego ni de la electricidad, porque ahí todos los planetas son autoluminosos. En
este universo tenemos un solo planeta, el Sol, que es autoluminoso, pero en el
cielo espiritual todos los planetas lo son. La refulgencia brillante de todos esos
planetas (llamados Vaikunthas) constituye el cielo brillante conocido como el
brahmajyoti. En realidad, la refulgencia emana del planeta de Krsna, Goloka
Vrndavana. Parte de esa refulgencia brillante es cubierta por el mahat-tattva, el
mundo material. Fuera de eso, la mayor porción de ese brillante cielo está llena
de planetas espirituales, que se denominan Vaikunthas, siendo el principal de
ellos Goloka Vrndavana.
Mientras la entidad viviente se encuentra en este oscuro mundo material, se
halla en el seno de la vida condicionada, pero en cuanto llega al cielo espiritual
mediante el proceso de cortar el falso árbol desvirtuado de este mundo material,
se libera. De esa manera no hay ninguna posibilidad de regresar aquí. En su
vida condicionada, la entidad viviente se considera el señor de este mundo
material, pero en su estado liberado entra en el reino espiritual y se vuelve un
asociado del Señor Supremo. Ahí, ella disfruta de una bienaventuranza eterna,
de una vida eterna y de pleno conocimiento.
Uno debería quedar cautivado por esa información. Hay que desear trasladarse
a ese mundo eterno y liberarse de este falso reflejo de la realidad. Para aquel
que está demasiado apegado a este mundo material, es muy difícil cortar ese
apego, pero si él se entrega al proceso de conciencia de Krsna, hay la
posibilidad de que se vaya desapegando de a poco. Uno tiene que relacionarse
con devotos, con aquellos que tienen conciencia de Krsna. Uno debe buscar
una sociedad que esté dedicada al proceso de conciencia de Krsna, y aprender a
desempeñar servicio devocional. De ese modo, uno puede cortar su apego al
mundo material. No es posible desapegarse de la atracción por el mundo
material con sólo vestirse de color azafrán. Hay que apegarse al servicio
devocional del Señor. Por consiguiente, se debe tomar muy en serio el hecho de
que, el servicio devocional, tal como se describe en el Capítulo Doce, es el
Único camino para salir de esta falsa representación del árbol verdadero. En el
Capítulo Catorce se describe cómo la naturaleza material contamina todas las
clases de procesos que hay. El servicio devocional es lo único que se describe
como puramente trascendental.
Las palabras paramam mama son aquí muy importantes. En verdad, cada
rincón y escondrijo es propiedad del Señor Supremo, pero el mundo espiritual
es paramam, está colmado de seis opulencias. El Katha Upanisad (2.2.15)
también confirma que en el mundo espiritual no hay necesidad de la luz del
Sol, de la luz de la Luna ni de las estrellas (na tatra súryo bhati na
candra-tarakam), ya que todo el cielo espiritual está iluminado por la potencia
interna del Señor Supremo. A esa morada suprema se puede llegar únicamente
por medio de la entrega, y de ninguna otra manera.
VERSO 7
mamaivamso jiva-loke
jrva-bhitah sanatanah
manah sasthanindriyani
prakrti-sthani karsati
mama—Mi; eva—ciertamente; amsah—particulas fragmentarias; jiva-loke—en
el mundo de la vida condicionada; jiva-bhiitah—Ia entidad viviente
condicionada; sanatanah—eterna; manah—con la mente; sasthani—los seis;
indriyani—sentidos; prakrti—en la naturaleza material; sthani—situada;
karsati—está luchando arduamente.
TRADUCCIÓN
Las entidades vivientes de este mundo condicionado son Mis partes
fragmentarias eternas. Debido a la vida condicionada, están luchando muy
afanosamente con los seis sentidos, entre los que se incluye la mente.
SIGNIFICADO
En este verso se da con toda claridad la identidad del ser viviente. La entidad
viviente es la parte integral fragmentaria del Señor Supremo, eternamente. No
se debe creer que ella adopta la individualidad en su vida condicionada, y en su
estado liberado se vuelve uno con el Señor Supremo. Ella es eternamente un
fragmento. Se dice bien claro: sanatanah. Según la versión védica, el Señor
Supremo se manifiesta y se expande en infinidad de expansiones, de las cuales
las expansiones primarias se denominan visnu-tattva, y las expansiones
secundarias se denominan entidades vivientes. En otras palabras, el visnu-tattva
es la expansión personal, y las entidades vivientes son expansiones separadas.
Por medio de Su expansión personal, Él se manifiesta en diversas formas, tales
como el Señor Rama, Nrsimhadeva, Visnumirti y todas las Deidades regentes
de los planetas Vaikunthas. Las expansiones separadas, las entidades vivientes,
son eternamente servidoras. Las expansiones personales de la Suprema
Personalidad de Dios, las identidades individuales de la Divinidad, siempre
están presentes. Así mismo, las expansiones separadas, las entidades vivientes,
tienen sus identidades. Como partes integrales fragmentarias del Señor
Supremo, las entidades vivientes también tienen cualidades fragmentarias, de
las cuales la independencia es una de ellas. Cada entidad viviente, como alma
individual que es, tiene su individualidad personal y una diminuta forma de
independencia. Por el mal uso de esa independencia uno se vuelve un alma
condicionada, y con el debido uso de la independencia uno siempre está
liberado. En cualquiera de los casos, uno es eterno cualitativamente, tal como el
Señor Supremo. En su estado liberado, uno está libre de esta condición
material, y se encuentra dedicado al trascendental servicio del Señor; en su vida
condicionada, a uno lo dominan las modalidades materiales de la naturaleza, y
se olvida del amoroso servicio trascendental del Señor. Como resultado de ello,
uno tiene que luchar mucho para mantener su existencia en el mundo material.
Las entidades vivientes, no sólo los seres humanos y los perros y los gatos, sino
incluso los grandes controladores del mundo material —Brahma, el Señor Siva,
e incluso Visnu—, son todos partes integrales del Señor Supremo. Todos ellos
son eternos, y no unas manifestaciones temporales. La palabra karsati
(«luchando» o «esforzándose mucho») es muy significativa. El alma
condicionada está atada, como si estuviera engrilletada con cadenas de hierro.
Ella está atada por el ego falso, y la mente es el agente principal que la está
llevando por esta existencia material. Cuando la mente está en el plano de la
modalidad de la bondad, sus actividades son buenas; cuando la mente está en el
plano de la modalidad de la pasión, sus actividades son problemáticas; y
cuando la mente está en el plano de la modalidad de la ignorancia, ella viaja
por las especies de vida inferior. Sin embargo, este verso deja en claro que al
alma condicionada la cubre el cuerpo material, con la mente y los sentidos, y
que cuando ella se libera esa cobertura material perece, pero su cuerpo
espiritual se manifiesta con su capacidad individual. La siguiente información
se encuentra en El Madhyandinayana-sruti: sa va esa brahma-nistha idam
Sartram martyam atisriya brahmabhisampadya brahmana pasyati brahmana
Smoti brahmanaivedam sarvam anubhavati. Se dice aquí que cuando una
entidad viviente abandona este cuerpo material y entra en el mundo espiritual,
revive el cuerpo espiritual, y en su cuerpo espiritual puede ver a la Suprema
Personalidad de Dios frente a frente. Ella puede oírlo y hablarle frente a frente,
y puede entender a la Personalidad Suprema tal como es ÉL. El smrti también
nos hace saber que: vasanti yatra purusah sarve vaikuntha-múrtayah, en los
planetas espirituales todo el mundo vive en cuerpos que son como el de la
Suprema Personalidad de Dios. En lo que se refiere a la estructura corporal, no
hay diferencia entre las entidades vivientes que son partes integrales y las
expansiones de visnu-mirti. En otras palabras, en el momento de la liberación
la entidad viviente recibe un cuerpo espiritual, por la gracia de la Suprema
Personalidad de Dios.
Las palabras mamaivamsah («partes integrales fragmentarias del Señor
Supremo») también son muy significativas. La porción fragmentaria del Señor
Supremo no es como una parte material rota. Ya hemos entendido en el
Segundo Capítulo que el espíritu no se puede cortar en pedazos. Este fragmento
no se puede concebir de una manera material. No es como la materia, que
puede ser cortada en pedazos y unida de nuevo. Esa concepción no se aplica
aquí, porque se usa la palabra sanatana («eterna»). La porción fragmentaria es
eterna. También se afirma al principio del Capítulo Dos que, en todos y cada
uno de los cuerpos individuales, está presente la porción fragmentaria del Señor
Supremo (dehino ‘smin yatha dehe). Esa porción fragmentaria, cuando se libera
del enredo corporal, revive su cuerpo espiritual original en el cielo espiritual,
en un planeta espiritual, y disfruta de la compañía del Señor Supremo. Aquí se
sobrentiende, no obstante, que la entidad viviente, siendo la parte integral
fragmentaria del Señor Supremo, es cualitativamente idéntica al Señor, tal
como las partes integrales del oro también son oro.
VERSO 8
Sartram yad avapnoti
gac capy utkramatisvarah
grhitvaitani samyati
vayur gandhan ivasayat
Sariram—el cuerpo; yat—así como; avapnoti—obtiene; yat—así; ca
api—también; utkramati—abandona; Tsvaral—el señor del cuerpo;
grhitva—tomando; etani—todos estos; samyati—se va; vayuhi—el aire;
gandhan—aromas; iva—como; asayat—de su fuente.
TRADUCCIÓN
La entidad viviente que se halla en el mundo material lleva de un
cuerpo a otro sus diferentes concepciones de la vida, tal como el aire
transporta los aromas. Así pues, ella adopta un tipo de cuerpo, y de nuevo
lo deja para adoptar otro.
SIGNIFICADO
Aquí se describe a la entidad viviente como 7svara, la controladora de su propio
cuerpo. Si ella quiere, puede cambiar su cuerpo por uno de un grado superior, y
si quiere, puede desplazarse hacia una clase inferior. Existe una diminuta
independencia. El cambio de cuerpo del que es objeto depende de ella. A la
hora de la muerte, la conciencia que ella ha creado la llevará al siguiente tipo de
cuerpo. Si ella ha vuelto su conciencia como la de un perro o la de un gato, es
seguro que se trasladará al cuerpo de un perro o de un gato. Y si ha fijado su
conciencia en las cualidades divinas, se trasladará a la forma de un semidiós. Y
si tiene conciencia de Krsna, será trasladada a Krsnaloka, en el cielo espiritual,
y se reunirá con Krsna. Es una falsa pretensión creer que después de la
aniquilación de este cuerpo todo se acaba. El alma individual transmigra de un
cuerpo a otro, y su cuerpo actual y sus actividades actuales son el trasfondo de
su siguiente cuerpo. Uno recibe un cuerpo diferente conforme al karma, y tiene
que abandonarlo a su debido tiempo. Aquí se afirma que el cuerpo sutil, que
transporta la concepción del siguiente cuerpo, manifiesta otro cuerpo en la
siguiente vida. Este proceso de transmigrar de un cuerpo a otro y luchar
mientras se está en el cuerpo se denomina karsati, o la lucha por la existencia.
VERSO 9
Srotram caksul sparsíanam ca
rasanam ghranam eva ca
adhisthaya manas cayam
visayan upasevate
Srotram—oidos; caksuli—ojos; sparsanam—tacto; ca—también;
rasanam—lengua; ghranam—Ila capacidad olfativa; eva—también; ca—y;
adhisthaya—estando situados en; manal-—mente; ca—también; ayam—ella;
visayan—los objetos de los sentidos; upasevate—disfruta.
TRADUCCION
La entidad viviente, tomando asi otro cuerpo fisico, obtiene un cierto
tipo de oido, ojo, lengua, nariz y sentido del tacto, los cuales se agrupan
alrededor de la mente. De esa manera, ella disfruta de un determinado
conjunto de objetos de los sentidos.
SIGNIFICADO
En otras palabras, si la entidad viviente adultera su conciencia con las
cualidades de los perros y los gatos, en su siguiente vida obtiene un cuerpo de
perro o de gato, y disfruta. En un principio, la conciencia es pura, como el agua.
Pero si mezclamos el agua con un cierto color, ésta cambia. De modo similar, la
conciencia es pura, pues el alma espiritual es pura. Pero la conciencia cambia
según su contacto con las cualidades materiales. Verdadera conciencia es
conciencia de Krsna. Por lo tanto, cuando uno se sitúa en el plano de
conciencia de Krsna, se encuentra en su vida pura. Pero si su conciencia se ve
adulterada por algún tipo de mentalidad material, en la siguiente vida recibe el
cuerpo que le corresponde. Uno no obtiene de nuevo un cuerpo humano
forzosamente; se puede recibir el cuerpo de un gato, de un perro, de un cerdo,
de un semidiós o de muchas otras formas, ya que hay 8.400.000 especies.
VERSO 10
utkramantam sthitam vapi
bhuñjanam va gunanvitam
vimiadha nanupasyanti
pasyanti jiiana-caksusah
utkramantam—dejando el cuerpo; sthitam—situado en el cuerpo; va api—ya
sea; bhuñjanam—disfrutando; vá—o; guna-anvitam—bajo el hechizo de las
modalidades de la naturaleza material; vimiadhah—personas necias;
na—nunca; anupasyanti—pueden ver; pasyanti—pueden ver;
jñana-caksusal—aquellos que tienen los ojos del conocimiento.
TRADUCCIÓN
Los necios no pueden entender cómo una entidad viviente puede
abandonar su cuerpo, ni pueden entender de qué clase de cuerpo disfruta
bajo el hechizo de las modalidades de la naturaleza. Pero aquel cuyos ojos
están adiestrados en lo referente al conocimiento, puede ver todo eso.
SIGNIFICADO
La palabra jñana-caksusah es muy significativa. Sin conocimiento no se puede
entender cómo la entidad viviente abandona su cuerpo actual, ni qué forma de
cuerpo va a adoptar en la siguiente vida, y ni siquiera por qué vive en un
determinado tipo de cuerpo. Esto requiere de una gran cantidad de
conocimiento tomado de El Bhagavad-gita y Escrituras similares, que se haya
oído exponer a un maestro espiritual genuino. Aquel que está adiestrado para
percibir todas esas cosas, es afortunado. Toda entidad viviente deja su cuerpo
en medio de ciertas circunstancias, vive en medio de ciertas circunstancias y
disfruta en medio de ciertas circunstancias, bajo el hechizo de la naturaleza
material. Como resultado de ello, la entidad viviente padece de diferentes
clases de felicidad y aflicción, bajo la ilusión del disfrute de los sentidos. Las
personas que perennemente se dejan engañar por la lujuria y el deseo, pierden
toda la capacidad de entender su cambio de cuerpo y su permanencia en un
determinado cuerpo. Ellas no pueden entenderlo. Aquellos que han cultivado
conocimiento espiritual, pueden, no obstante, ver que el espíritu es diferente del
cuerpo, y que el mismo está cambiando de cuerpo y disfrutando de diferentes
maneras. Una persona que tiene ese conocimiento, puede entender cómo la
entidad viviente condicionada está sufriendo en esta existencia material. De
modo que, aquellos que son sumamente adelantados en el proceso de
conciencia de Krsna, tratan lo mejor que pueden de darle este conocimiento a la
generalidad de la gente, pues la vida condicionada de ésta es muy problemática.
La gente debe abandonar esa vida y volverse consciente de Krsna, para
liberarse y trasladarse al mundo espiritual.
VERSO 11
yatanto yoginas cainam
pasyanty atmany avasthitam
yatanto py akrtatmano
nainam pasyanty acetasah
yatantah—esforzándose; yoginah—trascendentalistas; ca—también;
enam—esto; pasyanti—pueden ver; atmani—en el yo; avasthitam—situado;
yatantah—esforzándose; api—aunque; akrta-atmanah—aquellos que no tienen
autorrealización; na—no; enam—esto; pasyanti—ven; acetasali—con la mente
sin desarrollo.
TRADUCCIÓN
Los trascendentalistas que se esfuerzan, que están situados en el plano
de la autorrealización, pueden ver todo esto claramente. Pero aquellos
cuya mente no se ha desarrollado y que no están situados en el plano de la
autorealización, no pueden ver lo que está ocurriendo, aunque lo intenten.
SIGNIFICADO
Hay muchos trascendentalistas que están en la senda de la autorrealización
espiritual, pero aquel que no está situado en el plano de la autorrealización, no
puede ver cómo las cosas están cambiando en el cuerpo de la entidad viviente.
La palabra yoginah es significativa en relación con esto. En la actualidad hay
muchos supuestos yogís, y hay muchas presuntas asociaciones de yogis, pero
ellos están de hecho ciegos en lo que se refiere a la autorrealización. Ellos
simplemente están adictos a algún tipo de ejercicio gimnástico, y se satisfacen
con que el cuerpo esté sano y bien formado. Ellos no tienen ninguna otra
información. A ellos se los llama yatanto py akrtátmanah. Aunque ellos se
están esforzando en seguir un supuesto sistema de yoga, no están
autorrealizados. Esa clase de gente no puede entender el proceso de la
transmigración del alma. Sólo aquellos que verdaderamente están en la senda
del sistema de yoga y que han llegado a comprender a cabalidad el ser, el
mundo y al Señor Supremo —en otras palabras, los bhakti-yogis, aquellos que
se dedican al servicio devocional puro con conciencia de Krsna—, sólo ellos
pueden entender cómo ocurren las cosas.
VERSO 12
yad aditya-gatam tejo
jagad bhasayate ‘khilam
yac candramasi yac cagnau
tat tejo viddhi mamakam
yat—aquello que; aditya-gatam—en la luz del Sol; tejah—esplendor; jagat—el
mundo entero; bhasyate—ilumina; akhilam—enteramente; yat—aquello que;
candramasi—en la Luna; yat—aquello que; ca—también; agnau—en el fuego;
tat—ese; tejah—esplendor; viddhi—entiende; mamakam—de Mí.
TRADUCCIÓN
El esplendor del Sol, que disipa la oscuridad de todo este mundo, viene
de Mi. Y el esplendor de la Luna y el esplendor del fuego también proceden
de Mi.
SIGNIFICADO
La gente poco inteligente no puede entender cómo ocurren las cosas. Pero uno
puede empezar a establecerse en el conocimiento si entiende lo que el Señor
explica aquí. Todo el mundo ve el Sol, la Luna, el fuego y la electricidad. Uno
tan sólo debe tratar de entender que el esplendor del Sol, el esplendor de la
Luna y el esplendor de la electricidad o el fuego proceden de la Suprema
Personalidad de Dios. En esa concepción de la vida —el comienzo del estado
de conciencia de Krsna— yace un enorme adelanto para el alma condicionada
de este mundo material. Las entidades vivientes son en esencia las partes
integrales del Señor Supremo, y aquí Él está dando la indicación de cómo ellas
pueden ir de vuelta a Dios, de vuelta al hogar.
De este verso podemos concluir que el Sol ilumina todo el sistema solar.
Existen diferentes universos y sistemas solares, y también hay diferentes soles,
lunas y planetas, pero en cada universo sólo hay un sol. Como se declara en El
Bhagavad-gita (10.21), la Luna es una de las estrellas (naksatranam aham
$ast). La luz del Sol se debe a la refulgencia espiritual que se encuentra en el
cielo espiritual del Señor Supremo. Con la salida del Sol, comienzan las
actividades de los seres humanos. Ellos encienden fuego para preparar su
comida, ellos encienden fuego para poner en marcha las fábricas, etc. Con la
ayuda del fuego se hacen muchísimas cosas. Por eso la salida del Sol, el fuego
y la luz de la Luna les resultan tan agradables a las entidades vivientes.
Ninguna entidad viviente puede vivir sin su ayuda. Así que si se puede
entender que la luz y el esplendor del Sol, la Luna y el fuego emanan de la
Suprema Personalidad de Dios, Krsna, comienza entonces la conciencia de
Krsna de uno. Por medio de la luz de la Luna se nutren todos los vegetales. La
luz de la Luna es tan agradable, que la gente puede entender con facilidad que
está viviendo por la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios, Krsna.
Sin la misericordia de Él no puede haber Sol, sin la misericordia de Él no puede
haber Luna, y sin la misericordia de Él no puede haber fuego; y sin la ayuda del
Sol, la Luna y el fuego, nadie puede vivir. Éstos son algunos pensamientos para
crear conciencia de Krsna en el alma condicionada.
VERSO 13
gam avisya ca bhitani
dharayamy aham ojasa
pusnami causadhih sarvah
somo bhitva rasatmakah
gam—los planetas; avisya—entrando; ca—también; bhútani—las entidades
vivientes; dharayami—sostengo; aham—Yo; ojasa—por Mi energía;
pusnami—estoy nutriendo; ca—y; ausadhih—Ilos vegetales; sarvah—todos;
somal—la Luna; bhitva—volviendo; rasa-atmakah—proveyendo el zumo.
TRADUCCIÓN
Yo entro en cada planeta, y gracias a Mi energía ellos permanecen en
órbita. Yo Me convierto en la Luna, y con ello les proveo del zumo vital a
todos los vegetales.
SIGNIFICADO
Se sobrentiende que todos los planetas flotan en el aire únicamente en virtud de
la energía del Señor. El Señor entra en cada átomo, en cada planeta y en cada
ser vivo. Eso se discute en El Brahma-samhita. Ahí se dice que una porción
plenaria de la Suprema Personalidad de Dios, Paramatma, entra en los planetas,
en el universo, en la entidad viviente, e incluso en el átomo. Así que, gracias a
Su entrada, todo se manifiesta como es debido. Cuando el alma espiritual está
presente, el hombre vivo puede flotar en el agua, pero cuando la chispa viviente
está fuera del cuerpo y el cuerpo está muerto, el mismo se hunde. Desde luego
que cuando se descompone flota, tal como la paja y otras cosas, pero en cuanto
el hombre muere, de inmediato se hunde en el agua. Así mismo, todos estos
planetas están flotando en el espacio, y eso se debe a la entrada en ellos de la
energía suprema de la Suprema Personalidad de Dios. Su energía está
sosteniendo a cada planeta, tal como si fuera un puñado de tierra. Si alguien
sostiene un puñado de tierra, no hay ninguna posibilidad de que ésta caiga, pero
si uno la lanza al aire, caerá. De la misma manera, a estos planetas, que están
flotando en el aire, los sostiene de hecho el puño de la forma universal del
Señor Supremo. Por medio de Su fuerza y energía, todas las cosas móviles e
inmóviles se quedan en su sitio. En los himnos védicos se dice que en virtud de
la Suprema Personalidad de Dios, el Sol brilla y los planetas se mueven de una
manera constante. De no ser por El, todos los planetas se dispersarían, tal como
el polvo en el aire, y perecerían. Así mismo, se debe a la Suprema Personalidad
de Dios que la Luna nutra todos los vegetales. Debido a la influencia de la
Luna, los vegetales se vuelven deliciosos. Sin la luz de la Luna, los vegetales
no podrían crecer ni ser suculentos. La sociedad humana trabaja, vive
cómodamente y disfruta de la comida, debido a lo que provee el Señor
Supremo. De lo contrario, la humanidad no podría sobrevivir. La palabra
rasatmakah es muy significativa. Todo se vuelve sabroso por obra del Señor
Supremo a través de la influencia de la Luna.
VERSO 14
aham vaisvanaro bhitva
praninam deham asritah
pranapana-samayuktah
pacamy annar catur-vidham
aham—Y o; vaisvanarah—Mi porción plenaria como el fuego que digiere;
bhatva—volviéndome; praninam—de todas las entidades vivientes;
deham—en los cuerpos; asritah—situado; prana—el aire que sale; apana—el
aire que baja; samayuktalh—manteniendo el balance; pacami—Yo digiero;
annam—alimentos; catuli-vidham—Ilos cuatro tipos.
TRADUCCION
Yo soy el fuego de la digestion que se encuentra en el cuerpo de todas
las entidades vivientes, y Yo me uno con el aire de la vida, saliente y
entrante, para digerir las cuatro clases de alimentos que hay.
SIGNIFICADO
Según el sastra Ayur-védico, sabemos que en el estómago hay un fuego que
digiere toda la comida que se envía ahí. Cuando el fuego no arde, no hay
hambre, y cuando el fuego actúa, nos da hambre. A veces, cuando el fuego no
arde bien, se hace necesario un tratamiento. En todo caso, ese fuego representa
a la Suprema Personalidad de Dios. Los mantras védicos (El Brhad-aranyaka
Upanisad 5.9.1) también confirman que, el Señor Supremo o el Brahman se
encuentra en forma de fuego dentro del estómago, y digiere toda clase de
alimentos (ayam agnir vaisvanaro yo ‘yam antal puruse yenedam annarm
pacyate). En consecuencia, puesto que Él ayuda en la digestión de toda clase de
alimentos, la entidad viviente no es independiente en el proceso de comer. A
menos que el Señor Supremo la ayude a digerir, no hay posibilidad de que
coma. Así pues, Él produce y digiere los alimentos, y, por la gracia de El,
nosotros disfrutamos de la vida. En El Vedanta-sitra (1.2.27) también se
confirma eso. Sabdádibhyo ‘ntah pratisthanac ca: el Señor está situado en el
sonido y en el cuerpo, y también en el aire, e incluso en el estómago como la
fuerza digestiva. Hay cuatro clases de alimentos: unos que se tragan, otros que
se mastican, otros que se lamen y otros que se chupan, y Él es la fuerza con la
que se los digiere a todos.
VERSO 15
sarvasya caáham hrdi sannivisto
mattah smrtir jñnánam apohanam ca
vedais ca sarvair aham eva vedyo
vedanta-krd veda-vid eva caham
sarvasya—de todos los seres vivientes; ca—y; aham—Yo; hrdi—en el
corazón; sannivistal-—situado; mattah—de Mí; smrtih—recuerdo;
jñanam—conocimiento; apohanam—olvido; ca—y; vedaih—mediante los
Vedas; ca—también; sarvailh—todos; aham—Yo soy; eva—ciertamente;
vedyal—conocido; vedanta-krt—el compilador de El Vedanta; veda-vit—el
conocedor de los Vedas; eva—ciertamente; ca—y; aham—Yo.
TRADUCCIÓN
Yo me encuentro en el corazón de todos, y de Mi proceden el recuerdo,
el conocimiento y el olvido. Es a Mí a quien hay que conocer a través de
todos los Vedas. En verdad, Yo soy el compilador de El Vedanta y el
conocedor de los Vedas.
SIGNIFICADO
El Señor Supremo está situado como Paramatma en el corazón de todo el
mundo, y todas las actividades tienen su comienzo en El La entidad viviente
olvida todo lo relativo a su vida pasada, pero tiene que actuar conforme lo
indica el Señor Supremo, quien es testigo de todo su trabajo. En consecuencia,
ella comienza su trabajo de conformidad con sus acciones pasadas. El
conocimiento necesario se le provee, y se le proporciona el recuerdo, y además
ella olvida lo que se refiere a su vida pasada. Así pues, el Señor no sólo es
omnipresente; Él también está localizado en el corazón de cada individuo. Él
otorga los diferentes resultados fruitivos. Él es venerable no sólo como el
Brahman impersonal, como la Suprema Personalidad de Dios y como el
Paramatma localizado, sino también como la forma de la encarnación de los
Vedas. Los Vedas le dan la guía indicada a la gente, de modo que ésta pueda
moldear su vida como se debe e ir de vuelta a Dios, de vuelta al hogar. Los
Vedas ofrecen conocimiento acerca de la Suprema Personalidad de Dios,
Krsna, y Krsna, en Su encarnación de Vyasadeva, es el compilador de El
Vedanta-sitra. El comentario que, en forma de El Srimad-Bhagavatam, le hizo
Vyasadeva a El Vedanta-sútra, brinda la verdadera explicación sobre esa obra.
El Señor Supremo es tan completo, que, para la liberación del alma
condicionada, le provee a ésta de comida y se la digiere, le sirve de testigo de
sus actividades, le proporciona conocimiento en la forma de los Vedas y, como
la Suprema Personalidad de Dios, Sri Krsna, es el maestro de El
Bhagavad-gita. Él es digno de la adoración del alma condicionada. Luego Dios
es supremamente bueno; Dios es supremamente misericordioso.
Antah-pravistah sasta jananam. La entidad viviente olvida todo en cuanto
abandona su cuerpo actual, pero comienza su trabajo de nuevo, iniciada por el
Señor Supremo. Aunque ella olvida, el Señor le da la inteligencia para renovar
su trabajo donde lo terminó en su última vida. De modo que, la entidad viviente
no sólo disfruta o sufre en este mundo según las órdenes del Supremo que está
situado localmente en el corazón, sino que además recibe la oportunidad de
entender los Vedas con Él. Si uno está interesado en entender el conocimiento
védico, entonces Krsna le da la inteligencia necesaria para ello. ¿Por qué
presenta Él el conocimiento védico para su estudio? Porque la entidad viviente
necesita entender a Krsna individualmente. La literatura védica lo confirma: yo
‘sau sarvair vedair gTyate. En toda la literatura védica, comenzando con los
cuatro Vedas, El Vedanta-sitra y los Upanisads y Puranas, se celebran las
glorias del Señor Supremo. A Él se llega por medio de la ejecución de los
rituales védicos, la discusión de la filosofía védica y la adoración de Él
mediante el servicio devocional. Por lo tanto, el propósito de los Vedas es el de
entender a Krsna. Los Vedas nos dan indicaciones para entender a Krsna y el
proceso para comprenderlo a Él perfectamente. La meta última es la Suprema
Personalidad de Dios. El Vedanta-sútra (1.1.4) confirma eso con las siguientes
palabras: tat tu samanvayat. Uno puede lograr la perfección en tres etapas. Por
medio de la comprensión de la literatura védica, uno puede entender su relación
con la Suprema Personalidad de Dios; por medio de la ejecución de los
diferentes procesos, uno puede acercarse a El; y al final, uno puede llegar a la
meta suprema, que no es otra que la Suprema Personalidad de Dios. En este
verso, el propósito de los Vedas, la comprensión de los Vedas y la meta de los
Vedas se definen claramente.
VERSO 16
dvav imau purusau loke
ksaras caksara eva ca
ksarah sarvani bhiitani
katastho “ksara ucyate
dvau—dos; imau—estas; purusau—las entidades vivientes; loke—en el
mundo; ksaral-—falibles; ca—y; aksarah—infalibles; eva—ciertamente;
ca—y; ksarah—falibles; sarvani—todas; bhitani—las entidades vivientes;
kúta-sthah—en unidad; aksarah—nfalible; ucyate—se dice.
TRADUCCIÓN
Hay dos clases de seres: los falibles y los infalibles. En el mundo
material toda entidad viviente es falible, y en el mundo espiritual toda
entidad viviente se llama infalible.
SIGNIFICADO
Como ya se explicó, el Señor, en Su encarnación de Vyasadeva, compiló El
Vedanta-sitra. El Señor está dando aquí, en resumen, el contenido de El
Vedanta-sitra. Él dice que las entidades vivientes, que son innumerables, se
pueden dividir en dos clases: las falibles y las infalibles. Las entidades
vivientes son partes integrales separadas y eternas de la Suprema Personalidad
de Dios. Cuando ellas están en contacto con el mundo material, se denominan
jrva-bhitah, y las palabras sánscritas que se dan aquí, ksarah sarvani bhitani,
significan que son falibles. Sin embargo, aquellos que son uno con a la
Suprema Personalidad de Dios, se denominan «infalibles». «Ser uno» no
significa que no tengan individualidad, sino que no hay desunión. Todos ellos
están de acuerdo con el propósito de la creación. Claro que, en el mundo
espiritual no hay creación en absoluto, pero como la Suprema Personalidad de
Dios, según se afirma en El Vedanta-sitra, es la fuente de todas las
emanaciones, se explica entonces esa concepción.
De acuerdo con la declaración de la Suprema Personalidad de Dios, el Señor
Krsna, hay dos clases de entidades vivientes. Los Vedas dan pruebas de eso, así
que no hay ninguna duda de ello. Las entidades vivientes que están luchando en
este mundo con la mente y los cinco sentidos tienen sus cuerpos materiales, los
cuales están cambiando. Mientras una entidad viviente esté condicionada, su
cuerpo cambia debido al contacto con la materia. La materia está cambiando,
por lo que la entidad viviente parece estar cambiando. Pero en el mundo
espiritual, el cuerpo no está hecho de materia; por lo tanto, no hay ningún
cambio. En el mundo material, la entidad viviente pasa por seis cambios:
nacimiento, crecimiento, permanencia, reproducción, y luego decaimiento y
desvanecimiento. Ésos son los cambios del cuerpo material. Pero en el mundo
espiritual, el cuerpo no cambia; no hay vejez, no hay nacimiento, no hay
muerte. Ahí todo existe en la unidad. Ksarah sarvani bhiitani: toda entidad
viviente que se ha puesto en contacto con la materia, desde el primer ser
creado, Brahma, hasta la pequeña hormiga, está cambiando de cuerpo; por
consiguiente, todos ellos son falibles. Sin embargo, en el mundo espiritual,
ellos siempre están liberados en la unidad.
VERSO 17
uttamal purusas tv anyah
paramatmety udahrtah
yo loka-trayam avisya
bibharty avyaya isvarah
uttamah—Ia mejor; purusal-—personalidad; tu—pero; anyah—otra;
parama—el Supremo; atma—el ser; iti—así pues; udahrtah—se dice; yah—el
cual; /oka—del universo; trayam—as tres divisiones; avisya—entrando;
bibharti—manteniendo; avyayah—inagotable; Tsvaral—el Señor.
TRADUCCIÓN
Además de esas dos clases de seres, existe la más grande de todas las
personalidades vivientes, el Alma Suprema, el propio e imperecedero
Señor, el cual ha entrado en los tres mundos y los está manteniendo.
SIGNIFICADO
El sentido de este verso se expresa muy bien en El Katha Upanisad (2.2.13) y
en El Svetasvatara Upanisad (6.13). Ahí se afirma con toda claridad que, por
encima de las innumerables entidades vivientes, de las cuales algunas están
condicionadas y otras están liberadas, se encuentra la Personalidad Suprema,
quien es Paramatma. El verso de los Upanisads reza lo siguiente: nityo
nityanam cetanas cetananam. El significado de eso es que entre todas las
entidades vivientes, tanto condicionadas como liberadas, existe una suprema
personalidad viviente, la Suprema Personalidad de Dios, que las mantiene y les
da todas las facilidades de disfrute de conformidad con los diferentes trabajos.
Esa Suprema Personalidad de Dios se encuentra en el corazón de todos como
Paramatma. Un hombre sabio que pueda entenderlo a Él es merecedor de lograr
la paz perfecta, y no así otros.
VERSO 18
yasmat ksaram atito “ham
aksarad api cottamal
ato ‘smi loke vede ca
prathitah purusottamah
yasmat—debido a que; ksaram—a los falibles; atitah—trascendental;
aham—Yo soy; aksarat—mas allá de los infalibles; api—además; ca—y;
uttamal—el mejor; atah—por lo tanto; asmi—Yo soy; loke—en el mundo;
vede—en la literatura védica; cao—y; prathitah—célebre;
purusa-uttamah—como la Personalidad Suprema.
TRADUCCION
Debido a que Yo soy trascendental y estoy mas alla tanto de los seres
falibles como de los infalibles, y debido a que soy el mas grande de todos,
soy célebre tanto en el mundo como en los Vedas como esa Persona
Suprema.
SIGNIFICADO
Nadie puede superar a la Suprema Personalidad de Dios, Krsna: ni el alma
condicionada, ni el alma liberada. Por consiguiente, Él es la personalidad más
grande de todas. Ahora aquí se deja en claro que las entidades vivientes y la
Suprema Personalidad de Dios son individuos. La diferencia que hay entre
ellos es que las entidades vivientes, ya sea en el estado condicionado o en el
estado liberado, no pueden superar en cantidad las inconcebibles potencias de
la Suprema Personalidad de Dios. Es incorrecto pensar que el Señor Supremo y
las entidades vivientes están en el mismo nivel o son iguales en todos los
aspectos. Siempre existe la cuestión de superioridad e inferioridad entre sus
personalidades. La palabra uttama es muy significativa. Nadie puede superar a
la Suprema Personalidad de Dios.
La palabra loke significa «en las paurusa agama (las Escrituras smrti)». Como
se confirma en el diccionario Nirukti: lokyate vedartho “nena, «El propósito de
los Vedas lo explican las Escrituras smrti».
Al Señor Supremo, en Su aspecto localizado de Paramatma, también se lo
describe en los propios Vedas. El siguiente verso aparece en los Vedas (El
Chandogya Upanisad 8.12.3): tavad esa samprasado “smac charitat
samutthaya param jyoti-rápam sampadya svena ripenabhinispadyate sa
uttamal purusal. «La Superalma que sale del cuerpo entra en el brahmajyoti
impersonal; luego, con Su forma, permanece en Su identidad espiritual. Ese
Supremo se denomina la Personalidad Suprema». Eso significa que la
Personalidad Suprema está manifestando y difundiendo Su refulgencia
espiritual, que es la iluminación suprema. Esa Personalidad Suprema también
tiene un aspecto localizado, que es Paramatma. Encarnándose como hijo de
Satyavatr y Parasara, El, en forma de Vyasadeva, explica el conocimiento
védico.
VERSO 19
yo mam evam asammúdho
janati purusottamam
sa sarva-vid bhajati mam
sarva-bhavena bharata
yah—cualquiera que; mam—a Mí; evam—así pues; asammiidhah—sin duda;
janati—conoce; purusa-uttamam—la Suprema Personalidad de Dios; salh—él;
sarva-vit—el conocedor de todo; bhajati—rinde servicio devocional; mam—a
Mí; sarva-bhavena—en todos los aspectos; bharata—ioh, hijo de Bharata!
TRADUCCIÓN
Todo aquel que, sin dudar, Me conoce como la Suprema Personalidad
de Dios, es el conocedor de todo. En consecuencia, él se dedica por entero a
prestarme servicio devocional, ¡oh, hijo de Bharata!
SIGNIFICADO
Existen muchas especulaciones filosóficas acerca de la posición constitucional
de las entidades vivientes y la Suprema Verdad Absoluta. Ahora, en este verso,
la Suprema Personalidad de Dios explica claramente que todo aquel que sabe
que el Señor Krsna es la Persona Suprema, es en realidad el conocedor de todo.
El conocedor imperfecto sigue tan sólo especulando acerca de la Verdad
Absoluta, pero el conocedor perfecto, sin perder su valioso tiempo, se dedica
directamente al proceso de conciencia de Krsna, el servicio devocional del
Señor Supremo. A todo lo largo de El Bhagavad-gita se recalca este hecho a
cada paso. Y aun así hay muchísimos comentaristas testarudos de El
Bhagavad-gita que consideran que la Suprema Verdad Absoluta y las entidades
vivientes son una misma y única cosa.
El conocimiento védico se denomina Sruti: aquello que se aprende por oír. Uno
debe de hecho recibir el mensaje védico de labios de autoridades tales como
Krsna y Sus representantes. Aquí Krsna señala todo muy bien, y uno debe oír lo
que expone esta fuente. El simple hecho de oír como los cerdos no basta; uno
debe ser capaz de entender a las autoridades. No se trata de simplemente
especular de un modo académico. Se debe oír de una manera sumisa esto que
dice El Bhagavad-gita: que esas entidades vivientes siempre están
subordinadas a la Suprema Personalidad de Dios. Todo aquel que sea capaz de
entender eso —según la Suprema Personalidad de Dios, ST Krsna—, conoce el
propósito de los Vedas; nadie más lo conoce.
La palabra bhajati es muy significativa. En muchos lugares, la palabra bhajati
se emplea en relación con el servicio del Señor Supremo. Si una persona está
dedicada al servicio devocional del Señor con plena conciencia de Krsna, se
debe saber que ella ha entendido todo el conocimiento védico. En el parampara
vaisnava se dice que, si uno está dedicado al servicio devocional de Krsna,
entonces no hay necesidad de ningún otro proceso espiritual para entender a la
Suprema Verdad Absoluta. Ya uno ha llegado al punto de la comprensión,
porque está dedicado al servicio devocional del Señor. Uno ha concluido todos
los procesos preliminares de la comprensión. Pero si después de especular por
cientos de miles de vidas, alguien no llega al punto de entender que Krsna es la
Suprema Personalidad de Dios y que uno tiene que entregarse a El, toda la
especulación que ha hecho durante esos muchos años y vidas, ha sido una inútil
pérdida de tiempo.
VERSO 20
iti guhyatamam Sastram
idam uktarm mayanagha
etad buddhva buddhiman syat
krta-krtyas ca bharata
iti—así; guhya-tamam—la más confidencial; sastram—Escritura revelada;
idam—este; uktam—revelado; maya—por Mí; anagha—ioh, tú, el
inmaculado!; etat—esta; buddhvaá—comprensión; buddhi-man—inteligente;
syaf—uno se vuelve; krta-krtyah—el más perfecto en sus esfuerzos; ca—y;
bharata—¡oh, hijo de Bharata!
TRADUCCIÓN
Esa es la parte más confidencial de las Escrituras védicas, ¡oh, tú, el
inmaculado!, y ahora Yo la he revelado. Quienquiera que entienda esto se
volverá sabio, y sus esfuerzos conocerán la perfección.
SIGNIFICADO
El Señor explica aquí claramente que ésta es la esencia de todas las Escrituras
reveladas. Y uno debe entender esto tal como lo da la Suprema Personalidad de
Dios. De ese modo, uno se volverá inteligente y perfecto en lo que se refiere al
conocimiento trascendental. En otras palabras, por el hecho de entender esta
filosofía de la Suprema Personalidad de Dios y dedicarse a Su servicio
trascendental, todo el mundo puede liberarse de todas las contaminaciones de
las modalidades de la naturaleza material. El servicio devocional es un proceso
de comprensión espiritual. Dondequiera que exista el servicio devocional, la
contaminación material no puede coexistir. El servicio devocional que se le
presta al Señor y el propio Señor son exactamente iguales, porque son
espirituales; el servicio devocional se lleva a efecto en el seno de la energía
interna del Señor Supremo. Se dice que el Señor es el Sol, y la ignorancia es la
oscuridad. Cuando el Sol está presente, no hay ninguna posibilidad de
oscuridad. Por lo tanto, siempre que el servicio devocional esté presente bajo la
debida guía de un maestro espiritual genuino, no hay ninguna posibilidad de
ignorancia.
Todo el mundo debe emprender este proceso de conciencia de Krsna y
dedicarse al servicio devocional, para volverse inteligente y purificarse. A
menos que uno llegue a la posición de entender a Krsna y se dedique al servicio
devocional, por muy inteligente que se sea a juicio de algún hombre ordinario,
no se es perfectamente inteligente.
La palabra anagha, con la que se nombra a Arjuna, es significativa. Anagha,
«¡oh, tú, el inmaculado!», significa que a menos que uno esté libre de todas las
reacciones pecaminosas, es muy difícil entender a Krsna. Uno tiene que
liberarse de toda la contaminación, de todas las actividades pecaminosas;
entonces podrá entender. Pero el servicio devocional es tan puro y poderoso,
que, al uno dedicarse a él, llega automáticamente a la etapa inmaculada.
Mientras uno desempeña el servicio devocional en compañía de devotos puros
con plena conciencia de Krsna, hay ciertas cosas que es necesario eliminar por
completo. La cosa más importante que hay que superar es la debilidad del
corazón. La primera caída la causa el deseo de enseñorearse de la naturaleza
material. Debido a ello, uno abandona el amoroso servicio trascendental del
Señor Supremo. La segunda debilidad del corazón es que, a medida que uno
aumenta la propensión a enseñorearse de la naturaleza material, se va apegando
a la materia y a la posesión de la materia. Los problemas de la existencia
material se deben a esas debilidades del corazón. En este capítulo, los primeros
cinco versos describen el proceso mediante el cual uno se libera de esas
debilidades del corazón, y el resto del capítulo, desde el verso seis hasta el
final, discute el purusottama-yoga.
Así terminan los signiticados de Bhaktivedanta del Decimoquinto
Capítulo de El Srimad Bhagavad-gita, en relación con el
purusottama-yoga, el yoga de la Persona Suprema.