LA NATURALEZA DIVINA Y LA DEMONÍACA

VERSO 1—3

S1T-bhagavan uvaca
abhayam sattva-samsuddhir
jñana-yoga-vyavasthitilh
danam damas ca yajñas ca
svadhyayas tapa arjavam

ahimsa satyam akrodhas
tyagah santir apaisunam
daya bhiitesv aloluptvam
mardavam hrir acapalam

tejah ksama dhrtil saucam
adroho nati-manita

bhavanti sampadam daivim
abhijatasya bharata

Sri-bhagavan uvaca—la Suprema Personalidad de Dios dijo; abhayam—la
valentía; sattva-samsuddhilh—la purificación de la existencia propia;
jñana—con conocimiento; yoga—de vincularse; vyavasthitih—la situación;

danam—la caridad; damah—controlando la mente; ca—y; yajñal—la
ejecución de sacrificios; ca—y; svadhyayah—el estudio de la literatura védica;
tapah—la austeridad; arjavam—Ia sencillez; ahimsa—la no violencia;
satyam—la veracidad; akrodhalhi—el estar libre de ira; tyagal—la
renunciación; Santih—la tranquilidad; apaisunam—la aversión a buscar
defectos en los demás; daya—la misericordia; bhútesu—opara con las entidades
vivientes; aloluptvam—el estar libre de codicia; mardavam—Ia mansedumbre;
hrih—Ila modestia; acapalam—la determinación; tejah—el vigor; ksama—el
perdón; dhrtih—la fortaleza; Saucam—la limpieza; adrohah—el estar libre de
envidia; na—no; ati-manitá—ansia de honor; bhavanti—son; sampadam—Ilas
cualidades; daivim—la naturaleza trascendental; abhijatasya—de aquel que
nace de; bharata—¡oh, hijo de Bharata!

TRADUCCIÓN
La Suprema Personalidad de Dios dijo: La valentía; la purificación de

la existencia propia; el cultivo del conocimiento espiritual; la caridad; el
autocontrol; la ejecución de sacrificios; el estudio de los Vedas; la
austeridad; la sencillez; la no violencia; la veracidad; el estar libre de ira;
la renunciación; la tranquilidad; la aversión a buscarles defectos a los
demás; la compasión; el estar libre de codicia; la mansedumbre; la
modestia; la firme determinación; el vigor; el perdón; la fortaleza; la
limpieza; y el estar libre de envidia y del ansia de honor: estas cualidades
trascendentales, ¡oh, hijo de Bharata!, les pertenecen a hombres piadosos
que están dotados de naturaleza divina.

SIGNIFICADO

Al principio del Capítulo Quince se explicó el árbol baniano de este mundo
material. Las raíces adicionales que salen de él se dijo que eran como las
actividades de las entidades vivientes: unas auspiciosas, otras poco auspiciosas.
Además, en el Capítulo Nueve se describieron los devas, o seres divinos, y los
asuras, los seres no divinos, o los demonios. Ahora bien, según los ritos
védicos, las actividades que se realizan en el plano de la modalidad de la
bondad se considera que son auspiciosas para progresar en la senda de la
liberación, y esas actividades se conocen como daivi prakrti, trascendentales
por naturaleza. Aquellos que están situados en el seno de la naturaleza
trascendental, progresan en la senda de la liberación. En cambio, para aquellos
que actúan en los planos de las modalidades de la pasión y la ignorancia, no
hay ninguna posibilidad de liberarse. Ellos tendrán que, o bien permanecer en
este mundo material como seres humanos, o bien descender a las especies de
animales o a formas de vida aún inferiores. En este Decimosexto Capítulo, el

Señor explica tanto la naturaleza trascendental y sus cualidades concomitantes,
como la naturaleza demoníaca y sus cualidades. Él explica también las ventajas
y desventajas de esas cualidades.
La palabra abhijatasya es muy significativa en relación con alguien que ha
nacido con cualidades trascendentales o tendencias divinas. El proceso para
engendrar a un niño en una atmósfera divina se conoce en las Escrituras
védicas como Garbhadhana-sariskara. Si los padres quieren un hijo que tenga
cualidades divinas, deben seguir los diez principios recomendados para la vida
social del ser humano. En El Bhagavad-gita también estudiamos antes, que, la
vida sexual que se tiene para engendrar un buen hijo, es Krsna mismo. La vida
sexual no se censura, siempre y cuando el proceso se emplee en el cultivo de
conciencia de Krsna. Al menos aquellos que tienen conciencia de Krsna no
deben engendrar hijos como los perros y los gatos, sino que deben hacerlo de
modo que esos niños puedan volverse conscientes de Krsna después de nacer.
Ésa debe ser la ventaja de los niños que nacen de unos padres que están
absortos en el plano de conciencia de Krsna.
La institución social conocida como varnasrama-dharma —la institución que
divide a la sociedad en cuatro categorías de vida social y en cuatro categorías
de ocupaciones o castas— no es para dividir a la sociedad humana según el
linaje de cada cual. Esas divisiones se hacen según las aptitudes que se tienen
en el campo de la educación. Su función es mantener a la sociedad en un estado
de paz y prosperidad. Las cualidades que aquí se mencionan se describen como
cualidades trascendentales, cuyo objeto es que la persona progrese en el campo
de la comprensión espiritual de manera que pueda liberarse del mundo
material.
En la institución varnásrama, el sannyasi, o la persona que se encuentra en la
orden de vida de renuncia, se considera que es el líder o el maestro espiritual de
todos los estados y órdenes sociales. El brahmana se considera que es el
maestro espiritual de los otros tres sectores de la sociedad, es decir, de los
ksatriyas, los vaisyas y los sidras, pero el sannyast, que está a la cabeza de la
institución, se considera que es el maestro espiritual incluso de los brahmanas.
El primer requisito que debe cumplir un sannyasi es el de no tener miedo.
Como un sannyast tiene que estar solo, sin ningún respaldo ni garantía de
respaldo, simplemente tiene que depender de la misericordia de la Suprema
Personalidad de Dios. Si él piensa: «Después de abandonar mis vínculos,
¿quién me protegerá?», él no debe adoptar la orden de vida de renuncia. Uno
debe estar plenamente convencido de que Krsna, o la Suprema Personalidad de
Dios, en Su aspecto localizado de Paramatma siempre está dentro de uno, que
ÉL lo está viendo todo y que Él siempre sabe lo que uno piensa hacer. Se debe
tener, pues, la firme convicción de que Krsna en forma de Paramatma se va a
ocupar de un alma que está entregada a ÉL. «Nunca estaré solo» —debe pensar
uno—. «Incluso si vivo en las regiones más oscuras de un bosque, Krsna me

acompañará y me dará absoluta protección». Esa convicción se denomina
abhayam, valentía. Ese estado mental es necesario en una persona que se halla
en la orden de vida de renuncia.
Luego, el sannyast tiene que purificar su existencia. Hay muchísimas reglas y
regulaciones que se deben seguir en la orden de vida de renuncia. Lo más
importante de todo es que un sannyast tiene estrictamente prohibido el
relacionarse intimamente con una mujer. Él tiene prohibido incluso el hablar
con una mujer en un lugar solitario. El Señor Caitanya era un sannyast ideal, y
cuando se encontraba en Purl, Sus devotas ni siquiera podían acercársele para
ofrecerle sus respetos. A ellas se les decía que se postraran desde lejos. Ése no
es un signo de odio hacia las mujeres como clase, sino que el no tener
relaciones íntimas con mujeres es una regla estricta que se le impone al
sannyast. Uno tiene que seguir las reglas y regulaciones de un determinado
estado de vida a fin de purificar su existencia. El sannyast tiene estrictamente
prohibido el tener relaciones íntimas con mujeres y el poseer riquezas para el
goce de los sentidos. El propio Señor Caitanya fue el sannyasi ideal, y al
estudiar Su vida podemos ver que Él era muy estricto respecto a las mujeres.
Aunque se considera que Él es la encarnación de Dios más liberal de todas,
pues aceptaba a las almas condicionadas más caídas de todas, no obstante
siguió estrictamente los reglamentos de la orden de vida de sannyast en lo que
se refiere a la relación con mujeres. Uno de Sus asociados personales, Chota
Haridasa, se reunía con el Señor Caitanya junto con Sus otros asociados
personales íntimos, pero de algún modo ocurrió que, una vez, este Chota
Haridasa miró lujuriosamente a una joven mujer, y el Señor Caitanya era tan
estricto, que de inmediato lo expulsó del grupo de Sus asociados personales. El
Señor Caitanya dijo: «Para un sannyast o para cualquiera que ambicione salirse
de las garras de la naturaleza material y que esté tratando de elevarse a la
naturaleza espiritual e ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios, para él, mirar las
posesiones materiales y a las mujeres en aras del goce de los sentidos —ni
siquiera el disfrutarlas, sino sólo el mirarlas con esa propensión— es tan malo,
que mejor haría en suicidarse antes que experimentar esos deseos ilícitos». De
manera que, ésos son los procesos para la purificación.
El siguiente punto es jiiana-yoga-vyasvasthiti: el estar dedicado al cultivo del
conocimiento. La vida de sannyast es para impartirles conocimiento a los
casados y a otros que han olvidado su verdadera vida de adelanto espiritual. Se
supone que un sannyast mendiga de puerta en puerta para mantenerse, pero eso
no significa que él es un mendigo. La humildad también es una de las
cualidades de una persona que está en el plano trascendental, y es por pura
humildad que el sannyasi va de puerta en puerta, no precisamente para
mendigar, sino para ver a los casados y despertarlos en lo que se refiere al
proceso de conciencia de Krsna. Ése es el deber de un sannyasi. Si él
verdaderamente está adelantado y se lo ha ordenado así su maestro espiritual,

debe predicar acerca del proceso de conciencia de Krsna con lógica y
comprensión, y si no se está tan adelantado, no se debe adoptar la vida de
renuncia. Pero incluso si uno ha aceptado la orden de vida de renuncia sin
suficiente conocimiento, debe dedicarse por entero a oir a un maestro espiritual
genuino y cultivar así el conocimiento. Un sannyast, o alguien que está en la
orden de vida de renuncia, debe tener valor, sattva-samsuddhi (pureza) y
jñana-yoga (conocimiento).
El siguiente elemento es la caridad. La caridad es para que la pongan en
práctica los jefes de familia. Éstos deben ganarse la vida por medios honestos,
y gastar el cincuenta por ciento de sus ingresos en propagar el proceso de
conciencia de Krsna por todas partes del mundo. Así pues, el dueño de casa
debe darles caridad a las instituciones que se dedican a eso. La caridad se le
debe dar al receptor indicado. Hay diferentes clases de caridades, tal como se
explicará más adelante —caridad en los planos de las modalidades de la
bondad, la pasión y la ignorancia—. Las Escrituras recomiendan la caridad en
el plano de la modalidad de la bondad, pero la caridad en los planos de las
modalidades de la pasión y la ignorancia no se recomienda, porque ello es
simplemente un desperdicio de dinero. La caridad se debe dar únicamente para
propagar el proceso de conciencia de Krsna por todas partes del mundo. Eso es
caridad en el plano de la modalidad de la bondad.
Luego, en lo que respecta a dama (el autocontrol), no es sólo para las demás
órdenes de la sociedad religiosa, sino en especial para el jefe de familia.
Aunque éste tiene una esposa, no debe usar los sentidos para la vida sexual
innecesariamente. Los jefes de familia tienen restricciones incluso en la vida
sexual, la cual se debe tener únicamente para la procreación. Si el hombre
casado no desea tener hijos, no debe disfrutar de vida sexual con su esposa. La
sociedad moderna disfruta de la vida sexual con anticonceptivos o métodos aún
más abominables, para eludir la responsabilidad de tener hijos. Ésa no es una
cualidad trascendental sino demoníaca. Cualquiera que quiera progresar en la
vida espiritual, incluso una persona casada, debe controlar su vida sexual y no
debe engendrar un niño sin el propósito de servir a Krsna. Si se es capaz de
engendrar hijos que se vuelvan conscientes de Krsna, se pueden producir
cientos de hijos, pero sin esa capacidad no hay que entregarse a ello sólo para
placer de los sentidos.
El celebrar sacrificios es otra de las cosas que deben hacer los jefes de familia,
porque para los sacrificios se requiere de una gran cantidad de dinero. Aquellos
que se encuentran en las otras órdenes de vida, es decir, brahmacarya,
vanaprastha y sannydasa, no tienen dinero; ellos viven de limosna. De manera
que, la ejecución de diferentes tipos de sacrificios es función de los dueños de
casa. Ellos deben realizar sacrificios agni-hotra tal como se estipula en la
literatura védica, pero en la actualidad esos sacrificios son muy costosos, y a un
casado cualquiera no le es posible llevarlos a cabo. El mejor sacrificio que se

recomienda en esta era se denomina sanktrtana-yajña. Este sanktrtana-yajña,
el canto de Hare Krsna, Hare Krsna, Krsna Krsna, Hare Hare/ Hare Rama, Hare
Rama, Rama Rama, Hare Hare, es el mejor y el más barato de todos los
sacrificios; todo el mundo puede adoptarlo y beneficiarse con ello. Así que esas
tres cosas, es decir, la caridad, el control de los sentidos y la ejecución de
sacrificios, son para el jefe de familia.
Luego, svadhyaya, el estudio de los Vedas, es para la vida de brahmacarya, o la
vida de estudiante. Los brahmacaris no deben tener ninguna relación con
mujeres; ellos deben llevar una vida de celibato y ocupar la mente en el estudio
de la literatura védica para el cultivo del conocimiento espiritual. Eso se
denomina svadhyaya.
Tapas, o la austeridad, es especialmente función de la vida retirada. Uno no
debe permanecer como cabeza de familia durante toda su vida; siempre se debe
recordar que la vida se divide en cuatro partes: brahmacarya, grhastha,
vanaprastha y sannyasa. De modo que, después de grhastha, de la vida de
casado, uno debe retirarse. Si uno vive cien años, debe emplear veinticinco en
la vida de estudiante, veinticinco en la vida de casado, veinticinco en la vida
retirada y veinticinco en la orden de vida de renuncia. Ésas son las regulaciones
de la disciplina religiosa védica. Un hombre retirado de la vida doméstica debe
practicar austeridades del cuerpo, de la mente y de la lengua. Eso es tapasya.
La sociedad varnasrama-dharma por entero está hecha para la tapasya. Sin
tapasya, o austeridad, ningún ser humano puede conseguir la liberación. La
teoría de que en la vida no hay necesidad de austeridad, de que uno puede
seguir especulando y todo va a ir bien, no se recomienda ni en la literatura
védica ni en El Bhagavad-gita. Esa clase de teorías las crean espiritualistas
exhibicionistas que tratan de conseguirse más seguidores. Si hay restricciones
—reglas y regulaciones—, la gente no se verá atraída. Por consiguiente,
aquellos que quieren tener seguidores en nombre de la religión, sólo por
exhibicionismo, no restringen las vidas de sus alumnos ni las suyas propias.
Pero ese método no lo aprueban los Vedas.
En lo que concierne a la cualidad brahmínica de la sencillez, este principio no
sólo lo debe poner en práctica una determinada orden de vida, sino todos los
individuos, ya sea que se encuentren en el brahmacari-asrama, en el
grhastha-asrama, en el vanaprastha-asrama o en el sannyasa-asrama. Uno
debe ser muy sencillo y franco.
Ahimsa significa no impedir la vida progresiva de ninguna entidad viviente.
Uno no debe pensar que, como la chispa espiritual nunca es matada, ni siquiera
después de que se mata el cuerpo, no hay nada de malo en matar animales para
el goce de los sentidos. Ahora la gente está adicta a comer animales, a pesar de
tener una amplia provisión de granos, frutas y leche. No hay ninguna necesidad
de matar a los animales. Este mandamiento es para todos. Cuando no hay otro
recurso, se puede matar a un animal, pero se lo debe ofrecer en calidad de

sacrificio. En todo caso, cuando hay una amplia provisión de comida para la
humanidad, las personas que desean progresar en el campo de la comprensión
espiritual no deben perpetrar actos de violencia contra los animales. Verdadera
ahimsa significa no obstaculizar la vida progresiva de nadie. Los animales
también están progresando en su vida evolutiva, transmigrando de una
categoría de vida animal a otra. Si un determinado animal es matado, entonces
su progreso se obstaculiza. Si un animal tiene que permanecer en un cuerpo
determinado durante un cierto número de días o de años y es matado
prematuramente, tiene entonces que regresar de nuevo en esa forma de vida
para completar los días restantes, a fin de ser promovido a otra especie de vida.
De modo que, su progreso no se debe obstaculizar sólo para que uno satisfaga
su paladar. Eso se denomina ahimsa.
Satyam. Esta palabra significa que uno no debe tergiversar la verdad por algún
interés personal. En la literatura védica hay algunos pasajes difíciles, pero su
significado o su esencia se debe aprender con un maestro espiritual genuino.
Ése es el proceso para entender los Vedas. Sruti significa que uno debe oir a la
autoridad. Uno no debe elaborar una interpretación por un interés personal. Hay
muchísimos comentarios que se le han hecho a El Bhagavad-gita y que
interpretan erróneamente el texto original. Se debe presentar el verdadero
sentido de la palabra, y ello se debe aprender de labios de un maestro espiritual
genuino.
Akrodha significa contener la ira. Incluso si existe una provocación se debe ser
tolerante, pues en cuanto uno se pone furioso, todo su cuerpo se contamina. La
ira es el producto de la modalidad de la pasión y de la lujuria, por lo cual aquel
que está situado en el plano trascendental debe evitar que ella lo domine.
Apaisunam significa que uno no debe buscar defectos en los demás o
corregirlos innecesariamente. Claro que, decirle ladrón a alguien que lo es no
es buscar defectos, pero decirle ladrón a una persona honesta es una gran
ofensa por parte de alguien que está progresando en la vida espiritual. Hrr
significa que uno debe ser muy modesto y no debe realizar ningún acto que sea
abominable. Acapalam, determinación, significa que uno no se debe agitar o
frustrar en ningún esfuerzo. Puede que uno fracase en algún esfuerzo, pero uno
no se debe lamentar por eso; se debe progresar con paciencia y determinación.
La palabra tejas que se usa aquí es para los ksatriyas. Los ksatriyas siempre
deben ser muy fuertes, para ser capaces de darles protección a los débiles. Ellos
no deben hacerse pasar por no violentos. Si se requiere de violencia, ellos
deben hacer uso de ella. Pero, en ciertas circunstancias, una persona que es
capaz de someter a su enemigo, puede perdonarlo. Ella puede excusar las
ofensas menores.
Saucam significa limpieza, no sólo en cuerpo y mente, sino también en los
tratos de uno. Eso se refiere en especial a los comerciantes, los cuales no deben
tratar en el mercado negro. Nati-manita, el no esperar honor, se les aplica a los

Sudras, la clase trabajadora, que, según las disposiciones védicas, se considera
que son la más baja de las cuatro clases. Ellos no deben envanecerse con un
prestigio u honor innecesarios, y deben permanecer en su propia posición. Los
Sidras tienen el deber de ofrecerles respeto a las clases superiores, para la
conservación del orden social.
Todas estas veintiséis cualidades que se han mencionado son trascendentales.
Las mismas se deben cultivar conforme a las diferentes órdenes sociales y las
diferentes ocupaciones en que cada cual se encuentre. La conclusión de esto es
que aunque las condiciones materiales sean desoladoras, si todas las clases de
hombres cultivan esas cualidades por medio de la práctica, entonces,
gradualmente, será posible ascender hasta el plano más alto de la comprensión
trascendental.

VERSO 4

dambho darpo “bhimanas ca
krodhah parusyam eva ca
ajñanam cabhijatasya

partha sampadam asurim

dambhah—orgullo; darpah—arrogancia; abhimanah—engreimiento; ca—y;
krodhah—ira; parusyam—aspereza; eva—ciertamente; ca—y;
ajiianam—ignorancia; ca—y; abhijatasya—de aquel que nace de;
partha—ioh, hijo de Prtha!; sampadam—Ilas cualidades; asurim—Ila naturaleza
demoníaca.

TRADUCCIÓN
El orgullo, la arrogancia, el engreimiento, la ira, la aspereza y la

ignorancia: esas cualidades les pertenecen a aquellos que son de naturaleza
demoníaca, ¡oh, hijo de Prtha!

SIGNIFICADO

En este verso se describe el mejor camino al infierno. Los seres demoníacos
quieren hacer un espectáculo de religión y adelanto en la ciencia espiritual,
aunque no siguen los principios. Ellos siempre son arrogantes y orgullosos si
poseen algún tipo de educación o mucha riqueza. Ellos desean ser adorados por
los demás y exigen que se los respete, aunque no infunden respeto. Ellos se
disgustan mucho por nimiedades y hablan ásperamente, sin gentileza. Ellos no
saben lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer. Ellos hacen todo
caprichosamente, según sus propios deseos, y no reconocen a ninguna

autoridad. Ellos adoptan esas cualidades demoníacas desde el comienzo de sus
cuerpos en el vientre de sus madres, y a medida que crecen van manifestando
todas esas cualidades poco propicias.

VERSO S

daivi sampad vimoksaya
nibandhayasurt mata

má Sucah sampadam daivim
abhijato “si pandava

daivi—trascendental; sampat—bienes; vimoksaya—que son para la liberación;
nibandhaya—para el cautiverio; asuri—cualidades demoníacas; mata—se
considera; ma—no; Sucah—te preocupes; sampadam—bienes;
daivim—trascendentales; abhijatah—nacido de; asi—tú has; pandava—j¡oh,
hijo de Pandu!

TRADUCCION
Las cualidades trascendentales llevan a la liberación, mientras que las

cualidades demoníacas conducen al cautiverio. No te preocupes, ¡oh, hijo
de Pandu!, pues tú has nacido con las cualidades divinas.

SIGNIFICADO

El Señor Krsna animó a Arjuna diciéndole que no había nacido con cualidades
demoníacas. Su implicación en la contienda no era demoníaca, pues él estaba
considerando los pros y los contras. Él estaba analizando si se debía o no matar
a personas respetables tales como Bhisma y Drona, por lo cual no estaba
actuando bajo la influencia de la ira, el prestigio falso o la aspereza. Luego él
no era de la categoría de los demonios. Para un ksatriya, un militar, el
dispararle flechas al enemigo se considera que es algo trascendental, y el
abstenerse de cumplir con ese deber es demoníaco. Por consiguiente, no había
ninguna razón para que Arjuna se lamentara. Todo el que cumpla los principios
regulativos de las diferentes órdenes de vida, está situado en el plano
trascendental.

VERSO 6

dvau bhita-sargau loke “smin
daiva asura eva ca

daivo vistarasah prokta

asuram partha me srnu

dvau—dos; bhiita-sargau—seres vivientes creados; loke—en el mundo;
asmin—este; daival—divino; asurah—demoníaco; eva—ciertamente; ca—y;
daivah—el divino; vistarasalh—muy minuciosamente; proktah—dicho;
asuram—demoniaco; partha—¡oh, hijo de Prtha!; me—de Mí; srnu—oye.

TRADUCCIÓN
¡Oh, hijo de Prtha!, en este mundo hay dos clases de seres creados. A

unos se los llama divinos, y a los otros, demoníacos. Ya te he explicado con
todo detalle las cualidades divinas. Ahora óyeme hablar de las demoníacas.

SIGNIFICADO

El Señor Krsna, habiéndole asegurado a Arjuna que había nacido con las
cualidades divinas, va a describir ahora el modo de ser demoníaco. En este
mundo, las entidades vivientes condicionadas se dividen en dos clases.
Aquellos que nacen con cualidades divinas siguen una vida regulada; es decir,
ellos acatan las disposiciones de las Escrituras y de las autoridades. Uno debe
cumplir con los deberes a la luz de las Escrituras autoritativas. Esa mentalidad
se llama «divina». Aquel que no sigue los principios regulativos tal como se
exponen en las Escrituras y que actúa como se le antoja, se dice que es
demoníaco o asúrico. No hay otro criterio más que el marcado por la
obediencia a los principios regulativos de las Escrituras. En la literatura védica
se menciona que tanto los semidioses como los demonios nacen del Prajapati;
la única diferencia que hay entre ellos es que una clase obedece las
disposiciones védicas y la otra no.

VERSO 7

pravrtim ca nivrttim ca
jana na vidur asurah

na Saucam napi cacaro
na satyam tesu vidyate

pravrtim—actuando debidamente; ca—también; nivrttim—no actuando
indebidamente; ca—y; janah—personas; na—nunca; viduh—saben;
asurah—de calidad demoníaca; na—nunca; saucam—limpieza; na—ni;
api—también; ca—y; acarali—comportamiento; na—nunca; satyam—everdad;
tesu—en ellos; vidyate—hay.

TRADUCCIÓN
Aquellos que son demoníacos no saben lo que se debe hacer y lo que no

se debe hacer. En ellos no se encuentra limpieza, buen comportamiento ni
veracidad.

SIGNIFICADO

En toda sociedad humana civilizada hay algún conjunto de Escrituras que
presentan reglamentos que se siguen desde el principio. Especialmente entre los
arios —aquellos que adoptan la civilización védica y a quienes se conoce como
la gente civilizada más adelantada de todas—, los que no siguen las
disposiciones de las Escrituras se considera que son demonios. Por
consiguiente, aquí se afirma que los demonios no conocen las reglas de las
Escrituras, ni tampoco tienen inclinación a seguirlas. La mayoría de ellos no las
conocen, y si algunos las conocen, no tienen la tendencia a seguirlas. Ellos no
tienen fe, ni están dispuestos a actuar en función de las disposiciones védicas.
Los demonios no son limpios, ni externa ni internamente. Uno siempre debe
tener el cuidado de mantener limpio su cuerpo, bañándose, cepillándose los
dientes, afeitándose, mudándose de ropa, etc. En lo que se refiere a la limpieza
interna, uno debe recordar siempre los santos nombres de Dios y cantar Hare
Krsna, Hare Krsna, Krsna Krsna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama
Rama, Hare Hare. A los demonios no les gustan todas esas reglas de limpieza
externa e interna, ni tampoco las siguen.
En lo que respecta al comportamiento, hay muchas reglas y regulaciones que
guían el comportamiento humano, tales como las de El Manu-samhita, que es
la ley para la raza humana. Incluso hasta el día de hoy, los hindúes siguen £l
Manu-samhita. Las leyes de herencia y otros asuntos legales se derivan de ese
libro. Ahora bien, en El Manu-samhitá se dice claramente que a la mujer no se
le debe dar libertad. Eso no significa que las mujeres tienen que ser tratadas
como esclavas, sino que son como los niños. A los niños no se les da libertad,
pero eso no significa que se los trata como esclavos. En la actualidad, los
demonios han hecho caso omiso de esas disposiciones, y ellos creen que a las
mujeres se les debe dar tanta libertad como a los hombres. Sin embargo, eso no
ha mejorado la condición social del mundo. En realidad, a la mujer se le debe
dar protección en cada etapa de la vida. Durante la infancia la debe proteger el
padre, durante la juventud, el esposo, y durante la vejez, sus hijos mayores.
Según El Manu-samhita, ése es el comportamiento social idóneo. Pero la
educación moderna ha ideado artificialmente un concepto engreído de vida
femenina, a raíz de lo cual en la sociedad humana de hoy en día el matrimonio
es prácticamente una imaginación. Y la condición moral de la mujer tampoco
es muy buena en la actualidad. Por lo tanto, los demonios no aceptan ninguna

instrucción que sea buena para la sociedad, y como ellos no se guían por la
experiencia de grandes sabios ni siguen las reglas y regulaciones establecidas
por los sabios, la condición social de la gente demoníaca es muy desdichada.

VERSO 8

asatyam apratistham te
jagad áhur anisvaram
aparaspara-sambhitam

kim anyat kama-haitukam

asatyam—irreal; apratistham—sin fundamento; te—ellos; jagat—la
manifestación cósmica; ahuh—dicen; anisvaram—sin un controlador;
aparaspara—sin causa; sambhitam—originado; kim anyat—no hay otra
causa; kima-haitukam—se debe únicamente a la lujuria.

TRADUCCIÓN
Ellos dicen que este mundo es irreal, y que no tiene ningún fundamento,

ningún Dios que lo controle. Ellos dicen que se produce del deseo sexual, y
que no tiene otra causa más que la lujuria.

SIGNIFICADO

La gente demoníaca concluye que el mundo es una fantasmagoría. No hay
causa y efecto, no hay controlador, no hay finalidad: todo es irreal. Ellos dicen
que esta manifestación cósmica aparece por acciones y reacciones materiales
casuales. Ellos no creen que el mundo fue creado por Dios con un cierto
propósito. Ellos tienen su propia teoría: que el mundo ha aparecido por sí solo
y que no hay razón para creer que hay un Dios tras él. Para ellos no hay
diferencia entre el espíritu y la materia, y ellos no aceptan al Espíritu Supremo.
Todo es sólo materia, y se supone que todo el cosmos es una masa de
ignorancia. Según ellos, todo es un vacío, y cualquier manifestación que exista
se debe a la ignorancia de nuestra percepción. Ellos dan por sentado que toda
manifestación de variedad es una manifestación de la ignorancia. Así como en
un sueño creamos muchísimas cosas que de hecho no existen, así mismo
cuando despertemos veremos que todo es sólo un sueño. Pero, en realidad,
aunque los demonios dicen que la vida es un sueño, ellos son muy expertos en
disfrutar de ese sueño. Y, así pues, en vez de adquirir conocimiento, se
involucran cada vez más en su mundo de ensueños. Ellos concluyen que así
como un niño es simplemente el resultado de la relación sexual que hay entre el
hombre y la mujer, así mismo este mundo nace sin alma alguna. Para ellos, a

las entidades vivientes sólo las ha producido una combinación de materia, y no
hay ninguna posibilidad de la existencia del alma. Así como de la transpiración
y de un cuerpo muerto surgen sin ninguna causa muchas criaturas vivas, todo el
mundo viviente ha salido de las combinaciones materiales de la manifestación
cósmica. Por consiguiente, la naturaleza material es la causa de esta
manifestación, y no hay ninguna otra causa. Ellos no creen en las palabras de
Krsna que se encuentran en El Bhagavad-gita: mayadhyaksena prakrtih siyate
sa-caracaram. «Todo el mundo material se mueve bajo Mi dirección». En otras
palabras, entre los demonios no existe conocimiento perfecto acerca de la
creación de este mundo; cada uno de ellos tiene su propia teoría en particular.
De acuerdo con ellos, una interpretación de las Escrituras es tan buena como
cualquier otra, ya que ellos no creen en una pauta para la comprensión de las
disposiciones de las Escrituras.

VERSO 9

etam drstim avastabhya
nastatmano ‘lpa-buddhayah
prabhavanty ugra-karmanah

ksayaya jagato ‘hitah

etam—esta; drstim—visión; avastabhya—aceptando; nasta—habiendo
perdido; atmanah—a sí mismos; alpa-buddhayah—Ilos poco inteligentes;
prabhavanti—prosperan; ugra-karmanah—dedicados a actividades que causan
aflicción; ksayaya—para la destrucción; jagatah—del mundo;
ahitah—perjudicial.

TRADUCCION
Siguiendo esas conclusiones, la gente demoniaca, que esta perdida y que

no tiene inteligencia, se dedica a obras perjudiciales y horribles destinadas
a destruir el mundo.

SIGNIFICADO

La gente demoníaca está dedicada a actividades que llevarán al mundo a la
destrucción. El Señor dice aquí que ellos son poco inteligentes. Los
materialistas, quienes no tienen ningún concepto de Dios, creen que están
progresando. Pero, según El Bhagavad-gita, ellos no son inteligentes y están
desprovistos de todo buen juicio. Ellos tratan de disfrutar de este mundo
material al máximo y, en consecuencia, siempre se dedican a inventar algo para
el goce de los sentidos. Esos inventos materialistas se considera que son un

adelanto de la civilización humana, pero el resultado de ellos es que la gente se
vuelve cada vez más violenta y cada vez más cruel, cruel con los animales y
cruel con los demás seres humanos. Ellos no tienen idea de cómo comportarse
entre sí. La matanza de animales es muy notoria entre la gente demoníaca. Esa
gente se considera que es enemiga del mundo, porque en fin de cuentas va a
inventar o crear algo que lo destruirá todo. De un modo indirecto, este verso
predice la invención de las armas nucleares, de las cuales el mundo entero está
hoy en día muy orgulloso. En cualquier momento puede estallar la guerra, y
esas armas atómicas van a causar estragos. Cosas como ésas sólo se crean para
la destrucción del mundo, y eso es lo que se indica aquí. Esas armas se inventan
en la sociedad humana debido al ateísmo; esas armas no son para la paz y la
prosperidad del mundo.

VERSO 10

kamam asritya duspiram
dambha-mana-madanvitah
mohad grhitvasad-grahan
pravartante ‘Suci-vratah

kamam—Iujuria; asritya—refugiándose en; duspiiram—insaciable;
dambha—orgullo; mana—y prestigio falso; mada-anvitál—absorto en el
engreimiento de; mohat—por la ilusión; grhitva—tomando; asat—no
permanentes; grahan—cosas; pravartante—prosperan; asuci—a lo sucio;
vrataji—decididos.

TRADUCCION
Refugiándose en una lujuria insaciable y absortos en la vanidad del

orgullo y el prestigio falso, la gente demoníaca, engañada de ese modo,
siempre está entregada a trabajos sucios, atraida por lo temporal.

SIGNIFICADO

Aquí se describe la mentalidad demoníaca. La lujuria de los demonios no se
sacia. Ellos seguirán aumentando cada vez más sus insaciables deseos de
disfrute material. Aunque ellos siempre están llenos de ansiedades por
depender de cosas temporales, aun así continúan dedicados a esas actividades
debido a la ilusión. Ellos carecen de conocimiento y no pueden darse cuenta de
que siguen un camino equivocado. Basándose en cosas temporales, esa gente
demoníaca crea su propio Dios, y crea sus propios himnos y los canta según le
convenga. El resultado de ello es que cada vez se ven más atraídos a dos cosas:

al disfrute sexual y a la acumulación de riqueza material. La palabra
asuci-vratal, votos sucios, es muy significativa en relación con esto. A esa
gente demoníaca sólo la atraen el vino, las mujeres, las apuestas y el comer
carne; ésos son sus asuci, sus hábitos sucios. Llevados por el orgullo y el
prestigio falso, ellos crean algunos principios religiosos que las disposiciones
védicas no aprueban. Aunque esa gente demoníaca es de lo más abominable
que hay en el mundo, no obstante, por medios artificiales, el mundo crea un
falso honor para ellos. Aunque ellos se están deslizando hacia el infierno, se
creen muy adelantados.

VERSO 11-12

cintam aparimeyam ca
pralayantam upasritah
kamopabhoga-parama

etavad iti niscitah

asa-pasa-satair baddhah
kama-krodha-parayanah
thante kama-bhogartham
anyayenartha-sañcayan

cintam—temores y ansiedades; aparimeyam—inconmensurable; ca—y;
pralaya-antam—hasta la hora de la muerte; upasritah—habiéndose refugiado
en; kama-upabhoga—el goce de los sentidos; paramah—la meta más elevada
de la vida; etávat—así; iti—de esta forma; niscital-—determinan;
asa-pasa—enredos en una red de esperanzas; Sataifi—por cientos;
baddhah—estando atados; kama—de la lujuria; krodha—y la ira;
parayanah—siempre fijos en la mentalidad; Thante—desean; kama—Ilujuria;
bhoga—disfrute de los sentidos; artham—con el propósito de;
anyayena—ilegalmente; artha—de riqueza; sañcayaán—eacumulación.

TRADUCCIÓN
Ellos creen que satisfacer los sentidos es la necesidad fundamental de la

civilización humana. Así pues, hasta el final de la vida, su ansiedad es
inconmensurable. Atados por una red de cientos de miles de deseos y
absortos en la lujuria y la ira, ellos consiguen dinero por medios ilícitos,
para complacer los sentidos.

SIGNIFICADO

La gente demoníaca acepta que el disfrute de los sentidos es la meta última de
la vida, y ellos mantienen ese concepto hasta la muerte. Ellos no creen en la
vida después de la muerte, y no creen que uno adopta diferentes tipos de
cuerpos según su karma, o las actividades que realiza en este mundo. Los
planes que ellos tienen en la vida nunca se acaban, y ellos continúan
preparando un plan tras otro, todos los cuales nunca se terminan. Nosotros
tuvimos una experiencia personal con alguien que tenía esa mentalidad
demoníaca, y quien, incluso a la hora de la muerte, le estaba pidiendo al médico
que le prolongara la vida por cuatro años más, porque todavía no había
completado sus planes. Esa gente necia no sabe que un médico no puede
prolongar la vida ni siquiera por un momento. Cuando a un hombre le llega su
hora, no se toma en consideración lo que él desee. Las leyes de la naturaleza no
le permiten a uno disfrutar ni un segundo más que lo que tiene destinado.
La persona demoníaca, quien no tiene fe en Dios ni en la Superalma que está
dentro de sí, realiza toda clase de actividades pecaminosas simplemente para
complacer los sentidos. Ella no sabe que en su corazón hay un testigo. La
Superalma está observando las actividades del alma individual. Tal como se
afirma en los Upanisads, hay dos pájaros sentados en un árbol: uno de ellos
está actuando y disfrutando o sufriendo con los frutos de las ramas, y el otro lo
está presenciando. Pero aquel que es demoníaco no sabe nada de las Escrituras
védicas, ni tiene ninguna fe; por consiguiente, él se siente libre de hacer
cualquier cosa para el goce de los sentidos, sean cuales fueren las
consecuencias.

VERSO 13-15

idam adya maya labdham
imam prapsye manoratham

idam astidam api me
bhavisyati punar dhanam

asau maya hatah Satrur
hanisye caparan api

isvaro “ham aham bhogt
siddho “ham balavan sukht

adhyo “bhijanavan asmi
ko ‘nyo ‘sti sadrso maya
yaksye dasyami modisya

ity ajiiana-vimohitah

idam—esto; adya—hoy; maya—por mí; labdham—ganado; imam—esto;

prapsye—ganaré; manali-ratham—de acuerdo con mis deseos; idam—esto;
asti—hay; idam—esto; api—también; me—mi; bhavisyati—aumentará en el
futuro; punah—otra vez; dhanam—riqueza; asau—eso; maya—por mí;
hatah—ha sido matado; satrui—enemigo; hanisye—mataré; ca—también;
aparan—otros; api—ciertamente; isvarali—el señor; aham—yo soy;
aham—yo soy; bhogi—el disfrutador; siddhal—perfecto; aham—yo soy;
bala-van—poderoso; sukhi—feliz; adhyah—rico; abhijana-van—rodeado de
parientes aristócratas; asmi—yo soy; kah—quién; anyah—otro; asti—hay;
sadríah—como; maya—yo; yaksye—sacrificaré; dasyami—daré caridad;
modisye—me regocijaré; iti—así; ajiiana—por la ignorancia;
vimohitál-—engañados.

TRADUCCIÓN
La persona demoníaca piensa: ‘»Hoy tengo toda esta riqueza, y ganaré

más siguiendo mis ardides. Todo esto es mío ahora, y en el futuro irá
aumentando cada vez más. Aquél era mi enemigo y lo he matado, y mis
otros enemigos también serán matados. Yo soy el señor de todo. Yo soy el
disfrutador. Yo soy perfecto, poderoso y feliz. Yo soy el hombre más rico
que existe, y estoy rodeado de parientes aristócratas. No hay nadie que sea
tan poderoso y feliz como yo. Voy a celebrar algunos sacrificios, dar algo
de caridad, y así me regocijaré». De esa manera, a esa clase de personas las
engaña la ignorancia.

VERSO 16

aneka-citta-vibhranta
moha-jala-samavrtah

prasaktah kama-bhogesu
patanti narake ‘sucau

aneka—numerosas; citta—por ansiedades; vibhrantah—perplejos; moha—de
ilusiones; jala—por una red; samavrtah—rodeados; prasaktah—apegados;
kama-bhogesu—al goce de los sentidos; patanti—se deslizan; narake—al
infierno; asucau—impuro.

TRADUCCION
Perplejos asi por diversas ansiedades y atados por una red de ilusiones,

ellos se apegan demasiado al disfrute de los sentidos y caen en el infierno.

SIGNIFICADO

El hombre demoníaco no le ve límites a su deseo de adquirir dinero. Ese deseo
es ilimitado. Él sólo piensa en cuánto capital tiene en el momento, y elabora
planes para poner a producir esa riqueza cada vez más. Por esa razón, él no
vacila en actuar de cualquier manera pecaminosa, y, en consecuencia, trafica en
el mercado negro en aras de un goce ilícito. Él está enamorado de las
posesiones que ya tiene, tales como la tierra, la familia, la casa y el saldo
bancario, y siempre está haciendo planes para mejorarlas. Él cree en su propia
fuerza, y no sabe que todo lo que gana se debe a sus buenas acciones pasadas.
A él se le da la oportunidad de acumular esas cosas, pero él no tiene ningún
concepto acerca de las causas pasadas. Él tan sólo piensa que toda su riqueza se
debe a su propio esfuerzo. La persona demoníaca cree en la fuerza de su trabajo
personal, no en la ley del karma. Según la ley del karma, un hombre nace en
una familia de clase alta, o se vuelve rico, o muy bien preparado, o muy
atractivo, debido a un buen trabajo realizado en el pasado. La persona
demoníaca cree que todas esas cosas son accidentales y se deben a la fuerza de
su habilidad personal. Ella no percibe que exista ninguna disposición tras todas
las variedades de personas, belleza y educación que hay. Todo el que se ponga
a competir con esa clase de hombre demoníaco, es enemigo de él. Hay mucha
gente demoníaca, y cada uno de ellos es enemigo de los demás. Esa enemistad
se vuelve cada vez más profunda: entre personas, luego entre familias, luego
entre sociedades, y, finalmente, entre naciones. Por eso hay una constante
contienda, guerra y enemistad por todas partes del mundo.
Cada persona demoníaca cree que puede vivir a costa de todos los demás. Por
lo general, la persona demoníaca piensa de sí misma que es el Dios Supremo, y
un predicador demoníaco les dice a sus seguidores: «¿Por qué están buscando a
Dios en otra parte? ¡Todos ustedes son Dios! Pueden hacer todo lo que gusten.
No crean en Dios. Desechen a Dios. Dios está muerto». Eso es lo que predican
los seres demoníacos.
Aunque la persona demoníaca ve que hay otras personas igual de ricas e
influyentes que ella o aun más, no obstante piensa que no hay nadie que sea
más rico ni más influyente que ella. En lo que concierne a la promoción al
sistema planetario superior, ella no cree en la ejecución de yajñas, o sacrificios.
Los demonios piensan que van a crear su propio proceso de yajña y preparar
una máquina con la cual serán capaces de ir a cualquier planeta superior. El
mejor ejemplo de esa clase de hombre demoníaco lo fue Ravana. Él le ofreció a
la gente un programa por el cual construiría una escalera para que cualquiera
pudiera ir a los planetas celestiales sin realizar sacrificios, tales como los que se
prescriben en los Vedas. De igual modo, en la era actual esos hombres
demoníacos se están esforzando por llegar a los sistemas planetarios superiores
mediante dispositivos mecánicos. Ésos son ejemplos de confusión. El resultado

de ello es que, sin saberlo, se están deslizando hacia el infierno. Aquí, la
palabra sánscrita moha-jala es muy significativa. Jala significa «red»; al igual
que peces atrapados en una red, ellos no tienen ninguna manera de salirse.

VERSO 17

atma-sambhavitah stabdha
dhana-mana-madanvitah
yajante nama-yajñais te
dambhenavidhi-puarvakam

atma-sambhavitah—satisfechos de sí mismos; stabdhal—impudentes;
dhana-mana—riqueza y prestigio falso; mada—pbajo el engaño;
anvitah—absortos; yajante—ejecutan sacrificios; nama—de nombre
tnicamente; yajñaih—con sacrificios; te—ellos; dambhena—debido al orgullo;
avidhi-parvakam—sin seguir ninguna regulación disciplinaria.

TRADUCCIÓN
Creídos de sí mismos y siempre impudentes, engañados por la riqueza y

el prestigio falso, a veces ellos ejecutan sacrificios orgullosamente y sólo de
nombre, sin seguir ninguna regla ni regulación.

SIGNIFICADO

Creyéndose lo máximo que existe, no importándoles ninguna autoridad ni
Escritura, las personas demoníacas celebran a veces supuestos sacrificios o
ritos religiosos. Y como ellos no creen en la autoridad, son muy impudentes.
Esto se debe a la ilusión provocada por la acumulación de un poco de riqueza y
prestigio falso. En ocasiones, esos demonios asumen el papel de predicadores,
desencaminan a la gente y llegan a ser conocidos como reformadores religiosos
o encarnaciones de Dios. Ellos hacen un espectáculo de ejecución de
sacrificios, o adoran a los semidioses, o crean su propio Dios. Los hombres
comunes los anuncian como Dios y los adoran, y los necios los consideran
adelantados en los principios religiosos, o en los principios del conocimiento
espiritual. Ellos adoptan el traje de la orden de vida de renuncia y se dedican a
toda clase de tonterías con esa ropa. En verdad, para alguien que ha renunciado
a este mundo hay muchísimas restricciones. A los demonios, sin embargo, no
les importan esas restricciones. Ellos piensan que cualquier senda que uno
pueda crear es su propia senda; no existe una senda oficial que haya que seguir,
ni nada por el estilo. Aquí se hace especial hincapié en la palabra
avidhi-parvakam, que significa «desdén por las reglas y regulaciones». Esas

cosas siempre se deben a la ignorancia y la ilusión.

VERSO 18

ahankaram balam darpam
kamam krodham ca samsritah

mam atma-para-dehesu
pradvisanto ‘bhyasiyakah

ahankaram—ego falso; balam—fuerza; darpam—orgullo; kamam—Iujuria;
krodham—ira; ca—también; samsritah—habiéndose refugiado en; mam—MI;
atma—en su propio; para—y en otros; dehesu—cuerpos;
pradvisantah—blasfemando; abhyasiyakah—envidiosos.

TRADUCCIÓN
Confundidos por el ego falso, la fuerza, el orgullo, la lujuria y la ira, los

demonios se vuelven envidiosos de la Suprema Personalidad de Dios, quien
está situado en el cuerpo de ellos y en los cuerpos de los demás, y
blasfeman contra la religión verdadera.

SIGNIFICADO

Como una persona demoníaca siempre está en contra de la supremacía de Dios,
a ella no le gusta creer en las Escrituras. Ella envidia tanto a las Escrituras
como la existencia de la Suprema Personalidad de Dios. Eso se debe a su
llamado prestigio y a su cámulo de riqueza y poder. Ella no sabe que la vida
actual es una preparación para la siguiente vida. Ignorando esto, de hecho se
envidia a sí misma, así como también a los demás. Ella perpetra actos de
violencia en otros cuerpos y en el suyo propio. A ella no le importa el control
supremo de la Personalidad de Dios, porque carece de conocimiento. Como
envidia a las Escrituras y a la Suprema Personalidad de Dios, expone falsos
argumentos contra la existencia de Dios y niega la autoridad de las Escrituras.
Ella se cree independiente y poderosa en todas las acciones. Ella cree que como
nadie puede igualarla en fuerza, poder o riqueza, puede actuar de cualquier
manera y nadie puede detenerla. Si tiene un enemigo que pudiera impedir el
progreso de las actividades de sus sentidos, hace planes para derribarlo con su
propio poder.

VERSO 19

tan aham dvisatah kriiran

samsaresu naradhaman
ksipamy ajasram asubhan

asurisv eva yonisu

tan—aquellos; aham—Y o; dvisatal—envidiosos; kriiran—malévolos;
samsaresu—en el océano de la existencia material; nara-adhaman—los más
bajos de la humanidad; ksipami—pongo; ajasram—para siempre;
asubhan—poco propicio; asurisu—demoniacas; eva—ciertamente; yonisu—en
los vientres.

TRADUCCION
A aquellos que son envidiosos y malvados, que son los hombres más

bajos de todos, Yo los lanzo perpetuamente al océano de la existencia
material, en varias especies de vida demoníaca.

SIGNIFICADO

En este verso se indica claramente que, la colocación de una determinada alma
individual en un determinado cuerpo, es una prerrogativa de la voluntad
suprema. Puede que la persona demoníaca no esté de acuerdo en aceptar la
supremacía del Señor, y es un hecho que puede que actúe según sus caprichos,
pero su siguiente nacimiento dependerá de la decisión de la Suprema
Personalidad de Dios, y no de sí misma. En El Srrmad-Bhagavatam, Tercer
Canto, se dice que un alma individual, después de morir, es puesta en el vientre
de quien va a ser su siguiente madre, en donde adquiere un determinado tipo de
cuerpo bajo la supervisión de un poder superior. Por eso en la existencia
material encontramos muchísimas especies de vida: animales, insectos,
hombres, etc. Todas las dispone el poder superior. Ellas no son accidentales. En
cuanto a los seres demoníacos, aquí se dice muy claro que a ellos se los pone
perpetuamente en los vientres de demonios, y de esa manera continúan siendo
envidiosos y lo más bajo de la humanidad. Esas especies de vida demoníaca se
considera que siempre están llenas de lujuria, y que siempre son violentas,
rencorosas y sucias. Las muchas clases de cazadores que hay en la jungla, se
dice que pertenecen a las especies de vida demoníaca.

VERSO 20

asurim yonim apanna
múdha janmani janmani
mám aprapyaiva kaunteya
tato yanty adhamarm gatim

asurim—demoniacas; yonim—especies; apannah—alcanzando; múdhal—los
necios; janmani janmani—en nacimiento tras nacimiento; mam—a Mí;
aprapya—sin llegar; eva—ciertamente; kaunteya—ioh, hijo de Kunti!;
tatah—de ahí en adelante; yanti—van; adhamam—condenado;
gatim—destino.

TRADUCCION
Naciendo repetidamente entre las especies de vida demoniaca, joh, hijo

de Kunti!, esas personas nunca pueden acercarse a Mi. Gradualmente,
ellas se van sumergiendo en los tipos de existencia más abominables que
existen.

SIGNIFICADO

Se sabe que Dios es supremamente misericordioso, pero aquí vemos que Dios
nunca es misericordioso con los seres demoníacos. Se afirma claramente que la
gente demoníaca, vida tras vida, es puesta en los vientres de demonios como
ellos, y, no consiguiendo la misericordia del Señor Supremo, descienden cada
vez más, de modo que, por último, adquieren cuerpos tales como los de los
perros, los gatos y los cerdos. Aquí se dice bien claro que esos demonios
prácticamente no tienen ninguna oportunidad de recibir la misericordia de Dios
en ninguna etapa posterior de la vida. En los Vedas también se declara que esas
personas se hunden de a poco hasta volverse perros y cerdos. Podría entonces
arg+uirse en relación con eso, que, a Dios no se lo debe anunciar como
supremamente misericordioso, si Él no es misericordioso con esos demonios.
En respuesta a esto, en El Vedanta-sitra encontramos la declaración de que el
Señor Supremo no siente odio por nadie. La colocación de los asuras, los
demonios, en el estado más bajo de la vida, es simplemente otro aspecto de su
misericordia. A veces, los asuras son matados por el Señor Supremo, pero esa
muerte también es buena para ellos, porque la literatura védica nos informa que
todo el que es matado por el Señor Supremo, se libera. En la historia hay
ejemplos de muchos asuras —Ravana, Karhsa, Hiranyakasipu— a quienes el
Señor se les apareció en diversas encarnaciones sólo para matarlos. Por lo
tanto, la misericordia de Dios se les confiere a los asuras, si éstos son lo
suficientemente afortunados como para ser matados por ÉL.

VERSO 21

tri-vidham narakasyedam
dvaram nasanam atmanah

kamah krodhas tatha lobhas
tasmad etat trayam tyajet

tri-vidham—de tres clases; narakasya—de infierno; idam—este;
dvaram—opuerta; nasanam—destructivas; atrmanah—del ser; kamah—lujuria;
krodhah—ira; tatha—as{ como; lobhah—codicia; tasmat—por lo tanto;
etat—estas; trayam—itres; tyajet—debes abandonar.

TRADUCCIÓN
Hay tres puertas que conducen a ese infierno: la lujuria, la ira y la

codicia. Todo hombre cuerdo debe abandonarlas, pues ellas llevan a la
degradación del alma.

SIGNIFICADO

Aquí se describe el comienzo de la vida demoníaca. Uno trata de satisfacer su
lujuria, y cuando no puede hacerlo, surgen la ira y la codicia. Un hombre
cuerdo que no quiere deslizarse hacia las especies de vida demoníaca, debe
tratar de abandonar esos tres enemigos, los cuales pueden matar el ser hasta tal
punto, que no haya posibilidad de liberarse de este enredo material.

VERSO 22

etair vimuktah kaunteya
tamo-dvarais tribhir narah
dacaraty atmanal sreyas
tato yati param gatim

etaih—de éstas; vimuktah—siendo liberado; kaunteya—¡oh, hijo de Kunti!;
tamal-dvaraih—de las puertas de la ignorancia; tribhih—de tres tipos;
narah—una persona; acarati—ejecuta; atmanah—para el ser;
Sreyal—ebendición; tatah—de ahí en adelante; yati—va; param—al supremo;
gatim—destino.

TRADUCCIÓN
El hombre que se ha escapado de esas tres puertas del infierno, ¡oh, hijo

de Kunt1!, ejecuta actos que conducen hacia la autorrealización, y de ese
modo alcanza gradualmente el destino supremo.

SIGNIFICADO

Uno debe cuidarse mucho de esos tres enemigos de la vida humana: la lujuria,
la ira y la codicia. Cuanto más una persona esté libre de la lujuria, la ira y la
codicia, más se purifica su existencia. De ese modo, ella puede seguir las reglas
y regulaciones que se estipulan en la literatura védica. Por el hecho de seguir
los principios regulativos de la vida humana, uno se eleva gradualmente hasta
el plano de la comprensión espiritual. Si uno es tan afortunado que, mediante
esa práctica, se eleva hasta el plano de conciencia de Krsna, entonces tiene el
éxito garantizado. En la literatura védica se prescriben los caminos de la acción
y la reacción que le permiten a uno llegar a la etapa de la purificación. Todo el
método se basa en abandonar la lujuria, la codicia y la ira. Mediante el cultivo
del conocimiento de este proceso, uno puede elevarse a la máxima posición de
la autorrealización; esa autorrealización se perfecciona en el servicio
devocional. En ese servicio devocional, la liberación del alma condicionada
está garantizada. Por lo tanto, según el sistema védico, se han instituido las
cuatro órdenes y los cuatro estados de la vida, que se conocen como el sistema
de castas y el sistema del orden espiritual. Existen diferentes reglas y
regulaciones para las diferentes castas o divisiones de la sociedad, y si una
persona es capaz de seguirlas, ascenderá automáticamente hasta el plano más
elevado de la comprensión espiritual. En ese momento, ella podrá liberarse sin
duda alguna.

VERSO 23

yah Sastra-vidhim utsriya
vartate kima-karatah

na sa siddhim avapnoti
na sukham na param gatim

yah—cualquiera que; Sastra-vidhim—Ilas regulaciones de las Escrituras;
utsrjya—abandonando; vartate—permanece; kama-karatah—actuando
caprichosamente con lujuria; na—nunca; sah—él; siddhim—perfección;
avapnoti—alcanza; na—nunca; sukham—felicidad; na—nunca; param—el
supremo; gatim—estado de la perfección.

TRADUCCIÓN
Aquel que hace a un lado las disposiciones de las Escrituras y actúa

según sus propios caprichos, no consigue ni la perfección, ni la felicidad, ni
el destino supremo.

SIGNIFICADO

Como se describió antes, el Sastra-vidhim, o la guía del Sastra, se les da a las
diferentes castas y órdenes de la sociedad humana. Se espera que todo el
mundo siga esas reglas y regulaciones. Si uno no las sigue y actúa
caprichosamente llevado por su lujuria, codicia y deseo, entonces nunca será
perfecto en su vida. En otras palabras, puede que un hombre conozca
teóricamente todas estas cosas, pero si no las aplica en su propia vida, entonces
se lo debe conocer como lo más bajo de la humanidad. En la forma de vida
humana, se espera que la entidad viviente sea cuerda y siga las regulaciones
que se dan para que eleve su vida al plano más elevado de todos, pero si no las
sigue, entonces se degrada. Sin embargo, incluso si sigue las reglas, las
regulaciones y los principios morales y al final no llega a la etapa en la que se
entiende al Señor Supremo, entonces todo su conocimiento se malogra. E
incluso si acepta la existencia de Dios, si no se dedica al servicio del Señor, sus
esfuerzos se malogran. Por consiguiente, uno debe ascender de a poco hasta el
plano de conciencia de Krsna y del servicio devocional; es en ese preciso
momento cuando uno puede llegar a la etapa más elevada y perfecta de todas, y
de ninguna otra manera.
La palabra kama-karatah es muy significativa. Una persona que viola las reglas
conscientemente, actúa llevada por la lujuria. Ella sabe que está prohibido, pero
aun así lo hace. Eso se denomina actuar caprichosamente. Ella sabe lo que se
debe hacer, pero aun así no lo hace; por consiguiente, se dice que es caprichosa.
Esa clase de personas están destinadas a ser condenadas por el Señor Supremo.
Esas personas no pueden conseguir la perfección que le corresponde a la vida
humana. La vida humana está hecha especialmente para purificar la existencia
de uno, y aquel que no sigue las reglas y regulaciones no puede purificarse, ni
tampoco puede alcanzar la verdadera etapa de la felicidad.

VERSO 24

tasmdc chastram pramanam te
karyakarya-vyavasthitau

jñatva sastra-vidhanoktam
karma kartum iharhasi

tasmat—por lo tanto; Sastram—Ilas Escrituras; pramanam—prueba; te—tu;
karya—deber; akarya—y actividades prohibidas; vyavasthitau—en determinar;
jñatva—conociendo; Sastra—de las Escrituras; vidhana—las regulaciones;
uktam—tal como lo declaran; karma—obras; kartum—hacer; iha—en este
mundo; arhasi—debes.

TRADUCCIÓN
Así pues, mediante las regulaciones de las Escrituras, se debe entender

lo que es el deber y lo que no lo es. Después de conocer esas reglas y
regulaciones, se debe actuar de una manera en que uno se vaya elevando
gradualmente.

SIGNIFICADO

Como se afirma en el Decimoquinto Capítulo, todas las reglas y regulaciones
de los Vedas están hechas para conocer a Krsna. Si uno entiende a Krsna con El
Bhagavad-gita y se sitúa en el plano de conciencia de Krsna, dedicándose al
servicio devocional, ha alcanzado la máxima perfección del conocimiento que
ofrece la literatura védica. El Señor Caitanya Mahaprabhu hizo que este
proceso fuera muy sencillo: Él tan sólo le pedía a la gente que cantara Hare
Krsna, Hare Krsna, Krsna Krsna, Hare Hare/ Hare Rama, Hare Rama, Rama
Rama, Hare Hare, que se dedicara al servicio devocional del Señor y que
comiera remanentes de comida ofrecida a la Deidad. Aquel que se dedica
directamente a todas esas actividades devocionales, se considera que ha
estudiado toda la literatura védica. Él ha llegado a la conclusión de un modo
perfecto. Claro que, en el caso de las personas ordinarias que no están en el
plano de conciencia de Krsna o que no se dedican al servicio devocional, lo que
se debe hacer y lo que no se debe hacer lo tienen que decidir las disposiciones
de los Vedas. Uno debe actuar de conformidad con ello, sin objetar. Eso se
llama seguir los principios de los sastras, o las Escrituras. Los Sastras no tienen
los cuatro defectos principales que se ven en el alma condicionada: sentidos
imperfectos, la propensión a engañar, la certeza de cometer errores y la certeza
de estar engañado. Esos cuatro defectos principales de la vida condicionada lo
incapacitan a uno para formular reglas y regulaciones. Por consiguiente, las
reglas y regulaciones tal como se exponen en los sastras —puesto que están
por encima de esos defectos—, las aceptan sin alteración todos los grandes
santos, los acaryas y las grandes almas.
En la India hay muchos grupos en el campo de la comprensión espiritual, y
todos ellos por lo general se clasifican en dos: el impersonalista y el
personalista. Ambos grupos, sin embargo, conducen su vida de conformidad
con los principios de los Vedas. Sin seguir los principios de las Escrituras, uno
no puede elevarse a la etapa de la perfección. Por lo tanto, aquel que entiende
de hecho la esencia de los sastras, se considera que es afortunado.
En la sociedad humana, la aversión a los principios que llevan a comprender a
la Suprema Personalidad de Dios, es la causa de todas las caídas. Ésa es la
ofensa más grande de la vida humana. En consecuencia, maya, la energía
material de la Suprema Personalidad de Dios, siempre nos está dando

problemas en la forma de las tres clases de sufrimientos. Esta energía material
está constituida por las tres modalidades de la naturaleza material. Uno tiene
que elevarse al menos hasta la modalidad de la bondad, antes de que se pueda
abrir la senda hacia la comprensión del Señor Supremo. Si uno no se eleva
hasta el nivel de la modalidad de la bondad, permanece en los planos de la
ignorancia y la pasión, que son la causa de la vida demoníaca. Aquellos que se
encuentran en los planos de las modalidades de la pasión y la ignorancia, se
burlan de las Escrituras, se burlan del hombre santo y se burlan de la debida
comprensión de la Suprema Personalidad de Dios. Ellos desobedecen las
instrucciones del maestro espiritual, y a ellos no les importan las regulaciones
de las Escrituras. A pesar de oír las glorias del servicio devocional, ellos no se
sienten atraídos a él. Así pues, ellos elaboran su propia manera de elevarse.
Ésos son algunos de los defectos de la sociedad humana que conducen a la
posición de la vida demoníaca. Sin embargo, si uno puede ser guiado por un
maestro espiritual idéneo y genuino, que pueda llevarlo a uno a la senda de la
elevación, a la etapa suprema, entonces la vida de uno se vuelve un éxito.

Así terminan los signiticados de Bhaktivedanta del Decimosexto
Capítulo de El Srimad Bhagavad-gita, en relación con la naturaleza
divina y la demoníaca.

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