Amor Extático Existencial
Cuando un devoto siempre se encuentra sumamente afectado por el amor que le profesa a Kṛṣṇa en una relación directa con Él – o incluso un poco aparte de Él – , su condición se llama de amor extático existencial. Los síntomas que se originan de ese amor extático existencial se dividen en tres clases, es decir, húmedos, quemados y resecos.
El amor extático existencial húmedo que se despierta en relación con Kṛṣṇa, se divide en dos: directo e indirecto. Rādhārāṇī estaba tejiendo una guirnalda de flores kunda, y al oír el sonido de la flauta de Kṛṣṇa, inmediatamente interrumpió su trabajo. Éste es un ejemplo de amor extático existencial húmedo directo. El amor extático existencial húmedo indirecto se describe en la siguiente declaración: Kṛṣṇa, a quien también se conoce como Puruṣottama, es a los ojos de la madre Yaśodā, como la nube a los ojos del pájaro cātakī. Cuando Kṛṣṇa fue llevado a Mathurā, la madre Yaṣodā, que estaba muy preocupada y disgustada, comenzó a increpar al rey de Mathurā.
El amor extático existencial quemado se divide en tres, y un ejemplo de él es el siguiente: un día, la madre Yaśodā soñó que el gigantesco demonio Pūtanā estaba acostado en el patio de su casa, y de inmediato se sintió ansiosa de buscar a Kṛṣṇa.
Cuando en el cuerpo de un no devoto hay manifestaciones de síntomas extáticos, éstos se denominan síntomas resecos de amor extático. Los no devotos son en realidad materialistas, pero al estar en contacto con un devoto puro, a veces puede que manifiesten algunos síntomas de éxtasis. Los eruditos devocionales les dan a esas manifestaciones el nombre de síntomas resecos.
Existen ocho síntomas de amor extático existencial: aturdimiento, transpiración, erizamiento del vello del cuerpo, voz quebrada, temblor del cuerpo, cambio de los colores del cuerpo, derramamiento de lágrimas y devastación.
La explicación científica de estos ocho síntomas la da Rūpa Gosvāmī de la siguiente manera. Cuando la fuerza vital de la existencia se pone en contacto con la tierra, uno se queda aturdido. Cuando la misma fuerza se pone en contacto con el agua, se derraman lágrimas: cuando se pone en contacto con el fuego, se transpira; cuando se pone en contacto con el cielo, ocurre una devastación completa; y cuando esa fuerza se pone en contacto con el aire, uno tiembla, se le quiebra la voz y se le eriza el vello del cuerpo.
Esos síntomas se manifiestan algunas veces internamente y otras veces externamente. El devoto puro siempre percibe esos síntomas dentro de sí, pero por temor a los extraños no suele manifestarlos externamente.
Aturdimiento
El síntoma de estar aturdido lo causa la tribulación extática, el temor, la sorpresa, la lamentación y la ira. Ese síntoma se manifiesta en que uno deja de hablar, deja de moverse, tiene un sentimiento de vacío y tiene un sentimiento extremo de separación.
Cuando Uddhava le describía a Vidura los pasatiempos de Kṛṣṇa, le dijo:
«Un día, las gopīs se quedaron aturdidas cuando Kṛṣṇa, vestido como una doncella jardinera, entró en el invernadero y las alegró con Sus bromas y risas. Después, cuando Kṛṣṇa salió del invernadero, las gopīs se quedaron viéndolo con un éxtasis tal, que era como si lo estuvieran siguiendo tanto con la mentes como con los ojos».
Esos síntomas indican que aunque las gopīs no habían terminado lo que tenían que hacer, se habían quedado aturdidas por el amor extático.
Otro ejemplo de aturdimiento se presentó cuando Kṛṣṇa estaba rodeado por varios luchadores en la arena de sacrificios de Kaṁsa. Su madre, Devakī*, se quedó aturdida en esa ocasión, y los ojos se le secaron cuando vio a Kṛṣna entre los luchadores.
* Devakī era la madre «verdadera» de Kṛṣṇa, siendo Su padre Vasudeva. Con objeto de proteger al nené divino del ataque de Kamsa (el hermano de Devakī), Krsna fue entregado a Nanda y madre Yaśodā por Vasudeva en Vṛndāvana, y fue ahí donde Kṛṣṇa manifestó Sus pasatiempos infantiles. A los dieciséis años de edad, Él regresó a Mathurā (en donde Devakī lo había dado a luz), y venció a Kaṁsa en la arena que hemos mencionado aquí. Para mayores detalles acerca de estos eventos, véase el libro Kṛṣṇa del mismo autor, así como el Śrīmad-Bhāgavatam.
También hay un ejemplo acerca del asombro del Señor Brahmā. En El Śrīmad-Bhāgavatam, Décimo Canto, Capítulo Trece, verso 56, se explica que cuando Brahmā comprendió que ese pastorcillo era de hecho la Suprema Personalidad de Dios, se quedó aturdida. Cuando él volvió a ver a todos los pastorcillos junto con Kṛṣṇa, todas las actividades de los sentidos se le interrumpieron. El Señor Brahmā estaba tan aturdido, que parecía una estatua dorada con cuatro cabezas. Así mismo, cuando los residentes de Vraja supieron que Kṛṣṇa había levantado la colina Govardhana con la mano izquierda, se quedaron aturdidos.
La sorpresa causada por la lamentación quedó ejemplificada cuando Kṛṣṇa iba entrando al vientre del demonio Bakāsura y todos los semidioses de los planetas superiores se quedaron aturdidos por la lamentación. Un ejemplo similar de aturdimiento se mostró en Arjuna cuando vio que Aśvatthāmā trataba de arrojarle su brahmāstra* a Kṛṣṇa.
* El brahmāstra era un arma nuclear controlada por mantra, o vibración sonora.
Transpiración
En El Śrīmad-Bhāgavatam se describe un ejemplo de transpiración ocasionada por el júbilo. Una gopī se dirigió así a Rādhārāṇī:
«Mi querida Rādhārāṇī, estás increpando a la luz del Sol sin necesidad: me doy cuenta de que sólo estás sudando porque te pusiste muy lujuriosa al ver a Kṛṣṇa».
Un caso de transpiración ocasionada por el temor se manifestó en Raktaka, uno de los sirvientes de Kṛṣṇa. Un día, Kṛṣṇa se vistió igual que Abhimanyu, el esposo de Rādhārāṇī. A Abhimanyu no le gustaba que Rādhārāṇī se relacionara con Kṛṣṇa, a raíz de lo cual cuando Raktaka vio a Kṛṣṇa vestido como Abhimanyu y confundió por ello Su identidad, comenzó a reprenderlo severamente. Al final, cuando Raktaka se dio cuenta de que se trataba de Kṛṣṇa vestido como Abhimanyu, de inmediato comenzó a sudar. Ese sudor fue causado por el temor.
Un caso de transpiración ocasionada por la ira se observó en Garuḍa, el águila que transporta a Viṣṇu. Una vez, Indra el rey celestial, estaba enviando torrentes de lluvia sobre Vṛndāvana. Garuḍa estaba observando el incidente desde arriba de las nubes, y, debido a su ira, comenzó a sudar.
Erizamiento del vello del cuerpo
Un caso de erizamiento del vello del cuerpo se presentó cuando la madre Yaśodā vio dentro de la boca de Kṛṣṇa todos los sistemas planetarios del universo. Ella le había pedido a Kṛṣṇa que abriera bien la boca sólo para ver si había comido tierra. Pero cuando Kṛṣṇa abrió la boca, ella vio dentro no sólo toda la tierra, sino también muchos otros planetas. Eso hizo que se le erizara el vello del cuerpo.
En el Décimo Canto, Capítulo Treinta, verso 10, de El Śrīmad-Bhāgavatam, se describe el erizamiento del vello del cuerpo debido al júbilo, en relación con las gopīs que estaban dedicadas al baile rāsa. Durante ese baile rāsa, Kṛṣṇa desapareció repentinamente con Rādhārāṇī, y las gopīs comenzaron a buscarlo. En esa ocasión se dirigieron a la Tierra y le dijeron:
«Querido planeta terrestre, ¡cuántas austeridades y penitencias tienes que haber hecho para que los pies de loto de Kṛṣṇa siempre estén tocando tu superficie¡ Yo creo que debes de estar lleno de júbilo, porque los árboles y las plantas, que son como vellos de tu cuerpo, se levantan muy gloriosamente. Quisiéramos preguntarte, ¿cuándo sentiste estos síntomas por primera vez? ¿Has estado gozando de este júbilo desde que fuiste tocado por la encarnación Vāmana, o desde que fuiste redimido por la encarnación Varāha?».
Algunas veces, Kṛṣṇa practicaba luchas simuladas junto con los pastorcillos. Cuando en esas luchas Kṛṣṇa hacía sonar Su cuerno, Śrīdāmā, que estaba en el bando opuesto, sentía que el vello del cuerpo se le erizaba. De manera similar, cuando Arjuna vio a Kṛṣṇa en Su gigantesca forma universal, se le erizó el vello del cuerpo.
Voz quebrada
Cuando Kṛṣṇa iba a Mathurā en el carruaje conducido por Akrūra, Yaśodā y todas las gopīs fueron a tratar de prohibirle que pasara y a bloquearle el camino. En esa ocasión, Rādhārāṇī estaba tan perturbada, que con voz quebrada le pidió a la madre Yaśodā que por favor detuviera a Akrūrā.
Un caso de voz quebrada debido al asombro se manifestó en Brahmā. En El Śrīmad-Bhāgavatam, Décimo Canto, Capítulo Trece, verso 64, se dice que después de que Brahmā se postró ante el Señor Kṛṣṇa, cuando comenzó a levantarse, le oró al Señor con voz quebrada.
En el Décimo Canto, Capítulo Veintinueve, verso 30, las gopīs representaron otro ejemplo de voz quebrada cuando se dirigieron a Kṛṣṇa deseando bailar con Él. Kṛṣṇa les pidió que regresaran a sus esposos y a sus hogares. Aparentemente, las gopīs se enojaron mucho y comenzaron a hablarle a Kṛṣṇa con la voz quebrada.
En el Décimo Canto, Capítulo Treinta y Nueve, versos 56 y 57, de El Śrīmad-Bhāgavatam, Akrūrā manifestó una voz quebrada debido al júbilo, cuando se le mostraron todos los planetas Vaikuṇṭha dentro del río Yamunā. Cuando Akrūrā comprendió que Kṛṣṇa era la Suprema Personalidad de Dios, postró la cabeza a los pies de loto de Él, y, juntando las manos, comenzó a orar con voz quebrada.
Existen también ejemplos de voz quebrada debido al temor. Uno de los amigos de Kṛṣṇa lo alabó a Él de la siguiente manera:
«Mi querido amigo, Tu flauta fue entregada a Tu sirviente Patrī, y cuando le pedí que la devolviera, comenzó a hablar con voz quebrada, y la tez se le puso amarilla».
Temblor
Cuando Kṛṣṇa estaba tratando de capturar al demonio Śaṅkha, Rādhārāṇī comenzó a temblar de miedo. Un temblor similar se manifestó en Sahadeva, el hermano menor de Nakula. Cuando Śiśupāla estaba blasfemabando vehementemente contra el Señor, Sahadeva comenzó a temblar de ira.
También en Rādhārāṇī se manifestó un temblor de cuerpo, debido a la tribulación. Rādhārāṇī estaba temblando mientras le decía a una de las gopīs:
«¡No bromees con este muchacho decepcionante¡ Por favor pídele que no se acerque a Mí, porque Él siempre nos causa toda clase de penas».
Cambio del color del cuerpo
Algunas veces, debido a una gran pesadumbre ocasionada por el comportamiento de Kṛṣṇa, el cuerpo cambia de color. Por lo tanto, las gopīs se dirigieron al Señor de la siguiente manera:`
«Querido Kṛṣṇa, por estar separados de Ti, todos los habitantes de Vṛndāvana han cambiado de color. Y debido a ese cambio de color, hasta el gran sabio Nārada creía que Vṛndāvana era como una isla blanca del océano de leche».
Cuando Kṛṣṇa y Balarāma estaban presentes en la arena de Kaṁsa, el cuerpo de Kaṁsa cambió de color. De manera similar, el rostro de Indra cambió de color cuando vio que Kṛṣṇa estaba protegiendo a todos los habitantes de Vṛndāvana con la colina Govardhana. que había levantado. Si el cambio de color se debe a un júbilo excesivo, el matiz se vuelve rojo. Como tal cambio de color es muy poco común, Śrila Rūpa Gosvāmī no habla más sobre ese punto.
Lágrimas
Debido al júbilo, la ira o la separación, puede que caigan lágrimas de los ojos. Cuando las lágrimas son muy frías, se deben al júbilo, y cuando son ocasionadas por la ira, las lágrimas son calientes. En todos los casos hay mucho movimiento de los ojos, y éstos por lo general se ponen rojos. Además, aparece una sensación de comezón que obliga al que la sufre a frotarse los ojos.
Cuando Rukmiṇī, la de los ojos de loto – la primera reina de Kṛṣṇa en Dvārakā – , derramaba lágrimas de júbilo extático, ello no le gustaba. En El Hari-vaṁśa hay un pasaje en donde Satyabhāmā comienza a derramar lágrimas debido a su gran afecto por Kṛṣṇa.
Un ejemplo de lágrimas causadas por la ira se dio en Bhīma cuando éste vio a Śiśupāla insultando a Kṛṣṇa en la arena del sacrificio Rājasūya. Bhīma quería matar a Śiśupāla en el acto, pero como Kṛṣṇa no le ordenó que lo hiciera, se puso de muy mal humor por la ira. Se explica que había lágrimas calientes cubriéndole los ojos, de la misma manera en que algunas veces una delgada nube cubre a la Luna por la noche. Al anochecer, cuando la Luna está ligeramente cubierta por una nube delgada, se ve muy hermosa, y cuando Bhīma estaba derramando lágrimas debido a la ira que tenía, también se veía muy hermoso.
En el Décimo Canto de El Śrīmad-Bhāgavatam, Capítulo Sesenta, verso 23, existe un buen ejemplo acerca de Rukmiṇī derramando lágrimas de lamentación. Mientras Kṛṣṇa y Rukmiṇī hablaban, Rukmiṇī tuvo temor de verse separada de Kṛṣṇa, y, en consecuencia, comenzó a arañar la tierra con sus rojas uñas semejantes a unos lotos. Como estaba derramando lágrimas, el ungüento negro de los ojos le goteaba junto con ellas sobre los pechos, que estaban cubiertos de polvo kuṁkum. Rukmiṇī estaba tan apesadumbrada, que se le ahogó la voz.
Devastación
Cuando una persona está confusa a a causa de una felicidad y una tribulación simultáneas y no sabe qué hacer, ese estado de confusión se llama pralaya, o devastación. En esa condición de pralaya, algunas veces uno cae al piso y se manifiestan todos los síntomas del amor extático. Cuando las gopīs buscaban a Kṛṣṇa y repentinamente Él salió de entre los arbustos y enredaderas, todas ellas se quedaron pasmadas y casi pierden el conocimiento. En ese estado, las gopīs se veían muy hermosas. Ése es un ejemplo de pralaya, o devastación, en medio de la felicidad.
También existen ejemplos de pralaya en medio de la aflicción. Uno de esos ejemplos se describe en el Décimo Canto, Capítulo Treinta y Nueve, verso 15, de El Śrīmad-Bhāgavatam, en donde Śukadeva Gosvāmī le dice al rey Parīksit:
«Mi querido Rey, cuando las gopīs estaban extrañando a Kṛṣṇa se hallaban tan absortas en meditar en Él, que todos los sentidos les dejaron de funcionar y perdieron toda la conciencia corporal. Era como si hubieran quedado liberadas de todas las condiciones materiales».
Grados de los síntomas extáticos
De los muchos síntomas extáticos del cuerpo, el síntoma de aturdimiento es especialmente importante. De acuerdo con el grado de aturdimiento, la fuerza vital del cuerpo llega a agitarse, y debido a ese estado, algunas veces se alteran los otros síntomas del amor extático. Esos síntomas extáticos trascendentales se desarrollan gradualmente, y en el curso de ese desarrollo, algunas veces se llaman humeantes, otras veces se llaman llameantes, y otras veces se llaman brillantes. Estos tres grados se experimentan durante muchísimos años, y se extienden a las diferentes partes del cuerpo. A diferencia del derramamiento de lágrimas y de la voz quebrada, la condición de aturdimiento se extiende por todo el cuerpo. El derramamiento de lágrimas y la voz quebrada son tan sólo síntomas localizados.
Sin embargo, el derramamiento de lágrimas hace que a veces los ojos se inflamen y adquieran un color blancuzco, y algunas veces los cristalinos de los ojos se enfocan de una manera diferente. A veces, el hecho de que se quiebre la voz puede hacer que se obstruya la garganta y que se sienta una ansiedad extrema. Como los diferentes síntomas de esas manifestaciones extáticas están localizados, van acompañados por diferentes reacciones locales; por ejemplo, cuando al quebrarse la voz la garganta se obstruye, puede haber un sonido como «ghura«. Esa clase de sonidos ahogan la voz, y en medio de una ansiedad mental extrema, pueden ponerse de manifiesto de diferentes formas. Todos estos síntomas se clasifican bajo la condición existencial seca conocida como «humeante», y se presentan de diferentes maneras.
Algunas veces, al participar en ceremonias que celebran los pasatiempos de Kṛṣṇa o al estar en la compañía de los devotos, se presenta el éxtasis de bailar. Tales sentimientos se denominan «llameantes».
Ninguno de los síntomas anteriores puede manifestarse sin el principio básico de un fuerte apego a Kṛṣṇa. En la condición humeante de esas expresiones extáticas, los síntomas podrían, más bien, quedar ocultos. El sacerdote Gargamuni experimentó este tipo de síntomas mientras celebraba una ceramonia ritual en casa de Nanda Mahārāja. Cuando él supo que Kṛṣṇa había matado al demonio Aghāsura, se le pudieron ver algunas lágrimas en los ojos, la garganta le temblaba, y el sudor le cubría todo el cuerpo. De esa modo, el bello rostro del sacerdote Gargamuni asumió una hermosa condición.
Cuando varios de esos síntomas extáticos están visibles, la condición se conoce como «llameante». Por ejemplo, uno de los amigos de Kṛṣṇa le dijo a Él:
«Mi querido amigo, tan pronto como escuché el sonido de Tu flauta que venía del bosque, las manos se me inmovilizron casi por completo y los ojos se me llenaron de lágrimas, hasta el puntó en que no pude reconocer Tu pluma de pavo real. Los muslos se me paralizaron casi por completo, a raíz de lo cual no podía moverme ni un centímetro. Por lo tanto, mi querido amigo, debo reconocer lo maravilloso que es el sonido de Tu flauta trascendental».
De manera similar, una gopī le decía a otra:
«Mi querida amiga, cuando escuché el sonido de la flauta de Kṛṣṇa, traté de esconderme de la reacción de las vibraciones. Pero aún así no pude contener el temblor de mi cuerpo, y, por consiguiente, todas mis amigas que estaban en la casa pudieron darse cuenta, sin lugar a dudas, de mi apego a Kṛṣṇa».
Cuando no es posible contener los síntomas extáticos y éstos aparecen simultáneamente en cuatro o cinco categorías diferentes, ese estado de amor extático se llama «brillante». A este respecto se cita el ejemplo de que cuando el sabio Nārada vio al Señor Kṛṣṇa parado ante él, el cuerpo se le llegó a paralizar tanto, que dejó de tocar su vīṇā. Como la voz, se le quebraba, no pudo ofrecerle oraciones a Kṛṣṇa, y los ojos se le llenaron de lágrimas. Así pues, la facultad de Nārada de ver a Kṛṣṇa se obstruyó también.
Cuando en el cuerpo de Śrīmati Rādhārāṇī se manifestaron síntomas similares, algunas de Sus amigas la criticaron, diciendo:
«Querida amiga, Tú culpas al aroma de las flores por las lágrimas que tienes en los ojos. Tu increpas al aire porque se te ha erizado el vello del cuerpo. Y Tú maldices Tu paseo por el bosque porque se te han paralizado los muslos. Pero Tu voz quebrada revela que la causa es otra: ¡la culpa es tan sólo tu apego a Kṛṣṇa!».
Śrīla Rūpa Gosvāmī señala que cuando varios síntomas llegan a manifestarse de un modo muy resaltante, la condición del devoto puede llamarse «la más brillante». Por ejemplo, un amigo de Kṛṣna se dirigió a Él de la siguiente manera:
«Mi querido Pitāmbara, todos los residentes de Goloka Vṛndāvana están sudando por haberse separado de Ti. Ellos se lamentan con diferentes palabras, y los ojos se les han humedecido con lágrimas. A decir verdad, todos ellos están muy confundidos».
Existe un síntoma supremo de amor extático que se llama mahābhāva. Esta expresión mahābhāva podía darse solamente en Rādhārāṇī, pero después, cuando Śrī Kṛṣṇa Caitanya apareció para sentir el modo de amar de Rādhārāṇī, también Él manifestó todos los síntomas del mahābhāva. Śrī Rūpa Gosvāmī dice a este respecto que cuando los síntomas del amor extático llegan a estar lo más brillantes posible, ese estado se acepta como mahābhāva.
Śrīla Rūpa Gosvāmī prosigue su análisis de la expresión de amor extático, dividiéndola en cuatro categorías, que se llaman sāttvikābhāsā.
Algunas veces puede que los impersonalistas, que no están realmente en el ámbito del servicio devocional, también presenten esos síntomas de amor extático, pero ello no se acepta como verdadero éxtasis. Se trata sólo de un reflejo. Por ejemplo, en Vārāṇasī, una ciudad santa para eruditos impersonalistas, a veces puede que se vea a un sannyāsī llorar después de escuchar las glorias del Señor. En ocasiones, los impersonalistas también cantan el mantra Hare Kṛṣṇa y bailan, pero su meta no es servir al Señor. Su meta es la de llegar a ser uno con el Señor y fundirse en Su existencia. Por lo tanto, Rūpa Gosvāmī dice que aunque las reacciones al canto se manifiesten en el cuerpo del impersonalista, no debe considerarse que son síntomas de verdadero apego, sino solamente reflejos, de la misma manera en que el Sol se refleja en un cuarto oscuro a través de un cristal pulido. Sin embargo, el canto de Hare Kṛṣṇa es tan bueno y trascendental, que con el tiempo llegará incluso a derretir el corazón de las personas que son impersonalistas. Rūpa Gosvāmī dice que los síntomas de los impersonalistas son tan sólo reflejos del amor extático, y no el amor extático en sí.
Algunas veces se observa que cuando unos lógicos firmes, sin ningún vestigio de servicio devocional y sin comprender realmente las glorias trascendentales del Señor, se sientan a oír hablar de las mismas, parecen derretirse y derraman lágrimas. A este respecto existe el comentario de un devoto que se dirige al Señor con las siguientes palabras:
«Mi querido Mukunda, no puedo expresar como es debido las glorias de Tus pasatiempos. Incluso cuando los no devotos oyen hablar de Tus gloriosos pasatiempos se ven afectados, y derraman lágrimas y comienzan a temblar».
Esos no devotos realmente no se derriten; son de corazón duro. Pero la influencia de las glorias del Señor es tan grande, que en ocasiones hasta los no devotos llegan a derramar lágrimas.
A veces se observa que un no devoto que prácticamente no gusta de Kṛṣṇa y que no sigue ninguna regla ni regulación, puede, con la práctica, hacer una espectáculo de síntomas devocionales, y hasta llorar en una reunión de devotos. Sin embargo, esas lágrimas no son una expresión real de amor extático. Aparecen simplemente por la práctica. Aunque no hay necesidad de describir esos reflejos de amor extático, Rūpa Gosvāmī nos da algunos ejemplos en los que no hay verdadero servicio devocional y esas expresiones se manifiestan.